¿Cómo solucionar el “tengo que”?

Finalmente, alguien hizo un estudio para preguntarse qué pasaba cuando las personas no estaban corriendo de una ocupación a otra o enchufadas a artefactos electrónicos: se angustian.  Tanto que pagan para le den un choque eléctrico.  Le surgen los vacíos y las frustraciones.

Por definición, el Ego es incompleto.  Trabaja sobre la limitación y la carencia.  Así que su esfuerzo constante tiende a la lucha por la completitud.  Como está en la tercera dimensión, trata de llenarse con cosas, personas, satisfacciones inmediatas, reconocimiento, dinero, lo que sea que encuentre a su alcance o que le hayan hecho creer que será la nueva panacea.  La verdad es que nunca lo logrará.  Entonces, ¿para qué tenemos un Ego?

Hay distintas teorías, pero una que me parece interesante es que somos seres interdimensionales super-poderosos, jugando a ver cuántas dificultades podemos superar en un contexto limitado.  Viéndolo desde esta perspectiva, ¡vaya que tenemos éxito!  Nuestro orgullo de ser se basa en cuán dramáticas y difíciles son las circunstancias que debemos atravesar y ganar.  “Debemos” y “tenemos que” son las palabras clave de este juego.

En lo personal, me harté.  Hace tiempo que no encuentro ninguna motivación en ello.  Observo desapegadamente  los esfuerzos inútiles, tanto míos como de los demás.  Dicen que eso sucede porque el “sueño” se está acabando y comenzamos a despertar a quienes somos verdaderamente y su unión a Todo Lo Que Es.  Debo admitir que se me hace complicado a veces.  Una parte mía todavía trata de completar algún mandato de esta vida o de otras, de un ADN cargado de memorias de “superación personal” a través de la lucha y el estrés.  La sencillez, la fluidez, la simplicidad, el placer, la alegría, la sincronicidad, la creatividad, la abundancia buscan su camino en mi vida, conectados a mi Ser… y no siempre lo encuentran.  A veces, siento que estoy congelada en medio de una decisión y creo que “tengo que” “hacer más”.  Sin embargo, sé que eso es del Ego.  Dejar de hacer es una respuesta más real.

Esta compulsión de cambiar porque no aceptamos quienes somos o lo que hay hace estragos.  ¿Y si lo que soy es lo mejor que puedo ser?  ¿Y si esto que hay es lo que construí a propósito?  Tomo una respiración y me permito aceptarlo…

Sincrónicamente, cuando había terminado de escribir el borrador de este Boletín casi tal como lo acabas de leer, encuentro un artículo de Daniel Jacob (Canalizador de “Las Reconexiones”) acerca de este tema.  Me escribí un par de veces con él y es una persona maravillosa.  En estos casos, recomienda lo siguiente:

conexión

CÓMO SOLUCIONAR LAS COSAS

(Desde un Punto de Vista Multiversal)

1. Siempre razona desde la perfección y ábrete camino hacia atrás desde allí. Sugiérete: “Todo en mi vida es perfecto. Es exactamente de la forma que yo, en mi Conciencia Superior, planeé que fuese. (¡Hazlo sin importar cuán ridículo parezca!)

2. Comienza a creer que “no” hay accidentes en este mundo. Dite a ti mismo que cada detalle en tu vida, desde el día que tomaste tu primer aliento hasta el momento en que lees esta lista, ha sido planeado hasta el más mínimo detalle. Cree también que todo el plan ha llegado a ocurrir sin un solo error. Esto no es sólo pensamiento positivo. Es la verdad.

3. Medita: Si todo es perfecto, si todo ha sido planeado hasta el último detalle, y si cada meta en mi vida se ha realizado a pedir de boca, entonces ¿“qué es aquello” que tan exitosamente he conseguido realizar?

4. Renueva la interpretación de tu vida hasta ahora. No busques sólo los “buenos puntos”. “Todos” fueron buenos puntos, ¡incluso las experiencias que resultaron en dolor y confusión!

5. Comprende que, en lo más íntimo, eres un vasto y poderoso Maestro Espiritual. En las demás dimensiones, eres capaz de tener o hacer literalmente “todo lo que deseas” simplemente con sólo pensarlo. Comprende que viniste aquí para tomarte unas vacaciones de todo ese poder. La Limitación es parte de esas vacaciones. ¿Todavía te estás divirtiendo?

6. Conviértete en un experto en “racionalizar”. La visión moderna de este arte maravilloso de sanación es que una persona trata de encontrar “razones” para hacer lo que quiere hacer. Excelente. Encuentra todas las razones que puedas, ¡y luego haz lo que quieres hacer!

7. Aprende a confiar en la sabiduría que viene a ti. Tu punto de vista personal fue diseñado para ser el único parabrisas a través del cual vas a ver el panorama a lo largo de tu camino. Si no respetas cómo te parecen las cosas, eso arroja lodo al vidrio y ya no puedes ver afuera.

8. Cuando solicitas (o recibes espontáneamente) consejo de otras personas, comprende que cada una de ellas es tu igual. Si te encuentras intimidado por una persona sabia o “exitosa”, ¡felicítate! ¡Tu pequeña “estratagema” acerca de ser limitado e impotente está “funcionando”! ¡Hasta te convenciste a ti mismo!

9. Habiendo considerado todos estos puntos, pregúntate: “¿Qué quiero hacer “justo ahora” que cambie la situación? (Comprende que “nada” es una opción perfectamente buena). Estás donde estás por un motivo.

10. Si dudas, déjalo afuera.

 

En eso estoy…  ¿Te sirve?  Por eso, te lo comparto.  Juntos, es más fácil…

Comparte:

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

captcha

Sobre Diseño Humano

No te pierdas ninguno.

Suscríbete al boletín semanal

Recibe un email semanal con consejos, reflexiones y recursos, directamente en tu casilla de correo.

Categorías

Sígueme