¿Es mejor fácil o difícil? ¿Y si lo haces desde tus dones?

Al seguir modelos familiares y sociales, al no conocernos y aceptarnos, nos entorpecemos la vida. Nuestra energía busca expresarse y manifestarse.

 

Una consultante se planteaba si seguir el llamado de su corazón, algo que le daba plenitud y propósito, o quedarse en la empresa familiar y seguir haciendo frente a los problemas que resiste desde hace veinte años.  Parecía que esto último era más “enaltecedor” porque ¿acaso no venimos aquí a hacer lo que nos es difícil, lo que nos causa sufrimiento?

 

Le respondí con la anécdota de otro consultante, de hace bastante tiempo, un hombre que me contó que estaba empeñado en hacer algo que le costaba muchísimo en lugar de algo que le salía natural porque “uno vino aquí a desafiarse a realizar lo imposible”.  Le contesté con una pregunta: “¿Te gusta cómo juega Maradona?”.  Sorprendido, se deshizo en elogios; le repregunté: “¿Te parece que eso le sale fácil?”.  “Obviamente, me dijo, nació para eso”.  “Bien, entonces, de acuerdo a tu criterio, él no debería haber jugado al fútbol porque ese era su don, su facilidad; tendría que haberse dedicado a ser arquitecto, por ejemplo, o científico, algo que le causara mucha dificultad.  Pero, si hubiera hecho eso, no tendríamos un jugador excepcional, te habrías perdido de sus genialidades, no las habrías disfrutado”.  Ahí comprendió su error.

 

mujer camino

 

Extrañamente, al ego le gusta lo complicado porque eso tiene un premio, lo hace merecedor, lo saca de su sentido de inferioridad y lo coloca en el sitial de los héroes.  Muchas veces, eso significa que no apreciamos lo que somos y traemos como potencial y que nos perdemos en lo que pensamos que obtendría el reconocimiento de los demás (el cual jamás conseguimos, porque solo podemos ser reconocidos por lo que es verdaderamente nuestro).  En Diseño Humano, esto sería vivir en el No-Ser.

 

Todos venimos con cualidades y facilidades.  Generalmente, las damos por sentadas y no las estimamos, por lo que terminan desperdiciadas.  Al creer que solo lo que se consigue con esfuerzo es valorable, abrimos las puertas a la lucha, la frustración y la amargura.  Las dificultades siempre estarán ahí, sin importar si lo que hacemos es fácil o difícil.  Y lo harán porque son parte del crecimiento, por un lado, y porque vamos en contra de nosotros mismos, por el otro. 

 
Al seguir modelos familiares y sociales, al no conocernos y aceptarnos, nos entorpecemos la vida.  Nuestra energía busca expresarse y manifestarse; reclama ser y hacer; anhela cumplir su finalidad y fluir con la Energía Universal.  Cada uno de nosotros es una gota del gran océano y tiene un propósito que le es esencial, que es original y único.  Solo siendo nosotros mismos podemos cumplirlo.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

captcha

Sobre Diseño Humano

No te pierdas ninguno.

Suscríbete al boletín semanal

Recibe un email semanal con consejos, reflexiones y recursos, directamente en tu casilla de correo.

Categorías

Sígueme