Leer sin actuar: cómo llevar las ideas a la realidad material

Todo funciona junto: asentar un contexto beneficioso, motivante, entusiasta, empoderador (tanto en lo mental como en lo físico) y actuar en la realidad material cuando es propicio y verdadero, siguiendo nuestro Ser. Integración Cuerpo-Mente-Espíritu.

 

Una mujer me cuenta que escuchaba mucho a Louise Hay y que esperaba que eso la sacara de dificultades de larga data que debe resolver.  Se lamenta de que sigue en lo mismo y no entiende cómo no funcionan tan buenas ideas con ella.  Lo que no comprende es que esas ideas ofrecen un contexto pero no solucionan nada: uno debe poner el cuerpo para que eso suceda, no hay milagros mentales.

 

Este es el problema con creer que la mente es lo más importante.  Se dice tanto que “lo que piensas sucederá” que muchos especulan que es eso lo único que deben hacer.  Entonces, leen libros, escuchan grabaciones, ven videos, esperando que, por ósmosis, haya un cambio real.  Se olvidan de que estamos en una realidad material, de que las ideas deben ponerse en acción de alguna forma para que se movilicen.

 

Vayamos a un ejemplo: Alicia se da cuenta de que tiene asuntos graves con la prosperidad, por lo que se llena de hermosas ideas acerca del merecimiento y la abundancia.  Un día, pasa por un negocio y ve justo el colchón que necesita a un precio razonable pero sigue de largo porque puede aguantar un poco más de dolor todavía.  Otro día, su jefe le sugiere que podría hacer un curso bastante exigente que le daría más herramientas para su labor y para progresar pero lo descarta porque no cree ser tan inteligente.  Hoy, una amiga le cuenta de una forma que encontró para pasar unas vacaciones económicas en un lindo lugar pero mejor sigue yendo a la casa de sus padres que no le cuesta nada.  Mañana, se queja de que tanto esfuerzo en trabajar la abundancia no le da ningún resultado…

 

¿Cómo puede suceder algo si no tomamos las oportunidades que la Vida nos presenta para liberarnos de viejas ideas y hacer algo nuevo, intentando cambiar la realidad física además de la mental?  Aquí también hay otro error común: creer que debemos provocar los cambios, con acciones impulsivas o dramáticas.  Si estamos elaborando un tema, la Vida nos desplegará ocasiones para la transformación, en tiempo y forma, sin necesidad de iniciarlas por nosotros mismos sino aceptando lo que se nos muestra y enseña.

 

viajando luz

 

Aclaro que el contexto en que tomamos nuestra realidad es crucial.  Solemos disminuir la importancia de pensamientos llenos de basura, exageraciones, errores, exigencias, negatividades, etc.  Es cierto que atraemos según nuestro nivel mental pero sería más acertado decir que atraemos según nuestro nivel energético, lo cual incluye todo (lo físico, lo emocional, las relaciones, el entorno, etc.).

 

Un ejemplo de la ayuda del contexto: Alicia (nuestra conocida) estudia canto y su profesora le pidió que asista a la muestra de fin de año.  ¡Pánico!  Se pondrá muy nerviosa, no le saldrá la voz, los demás la criticarán, quedará mal ante todos.  Ese es un contexto negativo.  ¿Cómo sería uno positivo?  Lo importante es vencer su temor y presentarse, eso es lo significativo; si le va bien y lo disfruta, mucho mejor, puede invitar a su Niña Interna, que adora cantar, para divertirse; además, ¿de qué se trata, es Whitney Houston en el Carnegie Hall o una estudiante en una muestra con familiares y conocidos?  Bajar las expectativas y poner el asunto en la realidad adecuada hace que nos desempeñemos mejor, poniendo por delante los objetivos que importan.

 

En un programa, escuché a Carl Bernstein (periodista que destapó el Watergate) lamentarse de que ya no se ponía nada en contexto.  Cualquier opinión tenía la misma jerarquía, desde el twitt de un desconocido a la palabra de una autoridad en la materia; cualquier situación se desmadraba, o era apocalíptica o era intrascendente; cualquier decisión estaba dictada por la conveniencia o por los resultados, sin medir las consecuencias ni las derivaciones en la estructura o el entorno.

 

Todo funciona junto: asentar un contexto beneficioso, motivante, entusiasta, empoderador (tanto en lo mental como en lo físico) y actuar en la realidad material cuando es propicio y verdadero, siguiendo nuestro Ser.  Integración Cuerpo-Mente-Espíritu.

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