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Guía en Vida Conciente
Creadora y directora de www.abrazarlavida.com.ar
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Mi historia profesional
Entregarme a la totalidad del ahora.
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¿Cómo comencé? ¿Es que hay algún comienzo? Creo que toda mi vida he estado viviendo / trabajando / aprendiendo / experimentando / compartiendo. Desde niña, he sido curiosa con respecto a la vida en general, y a las actitudes y las formas de vida de las personas en particular. Siempre planteándome preguntas, nunca abandoné la época de los ¿por qué? Ahora, ya no sé si son tan necesarios los ¿por qué? y ni siquiera los ¿para qué? Muchas veces, ellos obturan las experiencias porque nos dan la falsa seguridad de razones y motivos, que son múltiples e infinitos. Entregarme a la totalidad del ahora (tan rica, variada, fecunda, maravillosa) me parece una opción más valiosa.
Volviendo al comienzo (¿?), no me recuerdo sin un interés insaciable por todo. Una infancia difícil y una adolescencia peor me adentraron en una adultez conflictiva, peleada con un mundo que no me gustaba. A raíz de grandes cambios a los veinticuatro años, comencé a hacer terapia y me focalicé en el desarrollo humano (aunque conservo la mirada inocente y maravillada del niño frente a un mundo siempre cambiante). Llegaron cursos, más libros, seminarios, prácticas espirituales, experimentaciones varias. Iba evolucionando y encontrando cada vez más potencial.
Pasé de un trabajo al otro, de un lugar a otro, de una relación a otra, sin poder hallar lo que me llenaba. En 1990, cansada de enfermedades y síntomas floridos, me di cuenta de que necesitaba interrogar a mi cuerpo, no sólo a mi mente. Comencé la carrera de Terapeuta de Integración Cuerpo-Mente y un mundo nuevo se abrió y me llenó de plenitud. Al iniciar el tercer año, estaba en una terrible crisis con mi situación laboral. Ya no podía continuar con lo que hacía y no encontraba cómo canalizar mi vocación, mi misión. En un arranque desesperado, dejé de trabajar, me encerré y grité al cielo: “Si hay un Dios, que me diga qué hacer”. Era muy dramática yo en ese tiempo… Pasaron unos meses y, ya en el colmo, llorando a mares un día, escucho en mi corazón: “Ya estás en el camino, ¿no te has dado cuenta?”. ¡La dificultad de ver lo obvio! Terminé mi carrera de Terapeuta y comencé a trabajar.
¡Pánico inicial! ¿Qué hacer frente a un paciente? ¿Qué técnicas usar, qué prácticas elegir? Recordé que mis maestros (Chía Rodríguez y Roby Liaskowsky) nos habían dicho: “Ustedes no leyeron sobre esto; ustedes experimentaron esto, lo incorporaron. Confíen en que saldrá lo que sea necesario para el momento”. Sin darme cuenta, abrí la puerta a la conexión con el Campo, como dice Chopra. Era cuestión de estar accesible, limpia, sin preconceptos y, en esa apertura, todo llega simple y contundentemente.
Pasaron distintos desafíos y evoluciones y, unos años después, pedí una renovación, algo novedoso y diferente. Un día, esperando en un estudio de televisión para hacer una participación en un programa, me pongo a charlar con un chico. Me cuenta que va a hablar sobre computación e Internet. Le comento qué hago y me dice que eso estaría muy bueno para tener un sitio y expandir el tema. Sentí que esa era la respuesta a lo que había pedido. Vinieron muchos aprendizajes más. Errores (cientos), ensayos, autodidactismo virtual (horas frente a la compu para sacar un programa, para promover el sitio, para entender los códigos del cyberespacio), aciertos, y últimamente el análisis de un sistema único y poderoso como Diseño Humano. Lo principal: conocer una gran cantidad de personas quienes me dejaron tanto (y más) de lo que ofrecí.
Crezco junto con mis pacientes y con los visitantes del sitio. Creo firmemente que Todos Somos Uno. Que nos conectamos a niveles sutiles y que, entre todos, nos brindamos las enseñanzas que necesitamos. En esta Nueva Energía, ya no nos podemos esconder en papeles de víctimas. Somos Creadores de nuestras vidas. Totales y absolutos. Somos inmensamente poderosos (más allá de los miedos y las dudas del Ego). Reclamemos nuestro Poder. Somos profundamente amorosos (en la profundidad del Espíritu). Comencemos por nosotros. Somos intensamente libres (para disfrutar de esta Tierra abundante y hermosa). Este es el momento: AHORA.
Aquí estoy para acompañarte.
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