Pistas para transitar la Nueva Energía

Mi entrada anterior tuvo una enorme repercusión básicamente porque muchos se han sentido identificados con los cambios de estos últimos nueve años.  Quiero hacer algunos comentarios:

• No es una operación matemática: no es que todos pasaron por nueve años de transformación. Algunos recién comenzaron hace un par de años y otros están apenas despertando.  Hay una gran dispersión de niveles en este momento.  La Energía estuvo disponible para soltar los patrones y el karma de centenares de años y, a los que hicimos el trabajo (o parte), nos espera una Energía menos densa y más propicia.  Otros tendrán sus oportunidades de continuar o comenzar esa labor, con el camino allanado por los que pasamos por el fuego abrasador (y con la ayuda que podemos brindarles).

• Nuevas metas: muchos se habrán dado cuenta de que los anhelos que sostuvieron durante años se disgregaron en el viento, ya no los entusiasman o directamente se sienten perdidos, sin saber hacia dónde dirigirse. Esto es parte de esta transición; lo mejor es relajarse y confiar en que comenzarán a aparecer personas, situaciones, sueños, que les darán las pistas del nuevo camino: está relacionado con sus mejores cualidades y capacidades, por lo que será fácil, sencillo, accesible.

• Nuevas actitudes: también notarán que la mayoría de las ideas, emociones y conductas que eran comunes en el pasado tampoco los representan ahora ni los hace vibrar de la misma forma. Están surgiendo otros intereses y comportamientos más acordes con lo simple, el silencio, la calma, la creatividad, la abundancia (desde otro parámetro muy distinto al de la sociedad de consumo).  Al principio, puede parecer caótico, aburrido, raro, desagradable, como sea que cada uno lo experimente, pero ciertamente es una nueva forma de pensar y, sobre todo, de sentir.  Lo mejor es no exigirse e ir observando lo que va apareciendo; no hay modelos, es individual (otra característica de la Nueva Energía).

• Negación y huida: en una cultura que privilegia las pastillas mágicas, el entretenimiento encubridor, la omnipresente velocidad y el falso “estar bien”, no existe la pauta de sostener los procesos de evolución. Quedarse, bancarse el dolor, la tristeza, la desilusión, la frustración, la ira, cualquier emoción y estado “negativo” es difícil porque uno (y los demás) demanda salir rápido y sin secuelas.  Esto no es posible.  Cuanto más los rechacemos y luchemos, más duro se hará.  Debemos aprender a sumergirnos en lo que nos molesta y duele para comprender su enseñanza y poder.  No tiene que durar siglos ni ser sacrificado; es más, esto sucede por la resistencia: cuando aceptamos y liberamos verdaderamente, es instantáneo a veces.

• Aferramiento o desapego: una de las fuentes de más sufrimiento es el querer obstinarse con situaciones o personas que deben terminar o partir. Todo tiene su ciclo, no podemos hacer nada al respecto.  Cuanto antes comprendamos esto, más fácilmente lidiaremos con la pérdida, el duelo y la aceptación, para dar paso a un nuevo estado de ser, estar y actuar.  Mucho de lo que constituye lo “normal” para cada uno y que cree que durará para siempre… probablemente no lo hará…

• Ego y Ser: por mi propia experiencia, puedo decir que, cuando más frustrados y desilusionados estamos, más profundo es el aprendizaje. TODO lo que pensamos y sentimos es producto del Ego (también del Ego espiritualizado: una reciente invención en vistas a resistir con un nuevo ropaje).  Lo/nos defendemos con uñas y dientes porque nos identificamos con él, aun con lo dañino y horrible.  Debemos desapegarnos de esas facetas para ponerlas en el contexto de un aprendizaje en la dualidad y la limitación, a fin de ser creadores responsables.  Somos seres espirituales transitando una experiencia humana.  ¡Precioso!  ¿Cuántas veces lo leímos?  ¿Lo incorporamos?  Evidentemente no, seguimos victimizándonos y excusándonos en nuestra debilidad.  La verdad es que podemos con cualquier cosa que hemos convocado, porque es a nuestra medida.  Hemos sido los creadores y podemos crear otra cosa.  Para eso, tenemos que darnos cuenta de que hay consecuencias, responsabilidad, compromiso, elección.  Podemos hacer cualquier cosa, tenemos libre albedrío, pero lo que va, vuelve (principio de acción y reacción).

• Ser uno mismo: hemos venido con un diseño sagrado, escogido por nosotros mismos y solo podemos ser felices conociéndolo y fluyendo con él, no siguiendo el modelo de la sociedad (que está enferma). El tiempo, la energía y el dinero que inviertas en ser tú mismo te será devuelto con creces, porque así encontrarás tu lugar en la Creación y brindarás tu aporte, beneficiándote de pertenecer a Todo Lo Que Es.  Tu Ser guía este proceso.  El Ego es tu servidor.  Eres único, auténtico y poderoso, con el Amor como tu realidad última.  Aquí estoy para compartirlo.