Después de salir de un curso, fui a una pizzería. Estaba repasando algo que había filmado en el celular cuando, al levantar la cabeza, cruzo mi mirada con una mujer que se estaba yendo. Me hace una seña para ver a otra mesa: era una linda señora muy mayor, con un bello sombrero de fieltro sobre el pelo teñido de lila claro, con un peludo pullover lila furioso y un tapado de piel sintética tipo visón. Comía lentamente mientras miraba hacia afuera con agrado. “¡Fantástica!”, le digo a la mujer, admirada, y ella me contesta: “está solita”.
Las múltiples miradas… Todos tenemos la ilusión de que existe un solo mundo pero es tan vasto, variado y diferente como personas hay en él y nos da a cada uno lo que queremos/podemos ver. Ampliar esa mirada individual para poder incluir la de otros es muy enriquecedor.
4 comentarios
La señora “Lila”, era todo un personaje protagonico en una bella historia, de una mujer sabia,que disfrutaba de la vida que tenia en ese momento.
Y disfrutaba del todo,del resultado de varias acciones para que alguien que la mirara detenidamente,viese que para ella “estar solita” tenia una connotacion exquisita, en que sumergida en la vida,pero siendo de otros tiempos,tenia mucho por aprender,ver,conocer y saborear.
Gloria.
¡Qué maravilloso, Gloria! Esta hermosa señora era una “Lila” mostrándonos su originalidad y disfrute.
Besos.
Que hermosa lectura gracias por compartirla!
Gracias, Diego, por apreciar las Lilas de este mundo…
Una abrazo.