No lo desperdicies en pensamientos insignificantes, culpas o juicios. Úsalo para pasar al siguiente nivel, incluso si no te resulta cómodo. Un cambio realmente grande nunca lo es.
ESCUCHA TU CUERPO. Él está en contacto consigo mismo, con tu energía con tu alma, con tu intuición, con tus emociones, con el entorno: él está presente, en el aquí y ahora. Haz tu Carta de Diseño Humano.