Hace muchos años, observé que la idea de diversión que se instalaba en la televisión y el cine era ir de fiesta y emborracharse. Luego, se agregaron las drogas, tanto legales como ilícitas. Cuanto más, mejor. Ahora, ya está normalizado.
Escuché a un chico, acusado de matar a otro a la salida de un boliche junto con otros, que antes había ido con los amigos a la playa con seis botellas de Fernet y cuatro de vodka. Después, siguieron tomando. ¿Quién puede tener alguna clase de control con esos niveles de alcohol en sangre?
Una chica maravillosa, inteligente y sensible me cuenta que, cuando era adolescente, se emborrachaba tanto que, a veces, tenía blackouts, no recordaba nada de lo que había sucedido. Al final, se había dado cuenta de que no lo podía seguir haciendo y paraba cuando se sentía demasiado pasada.
Esto, asociado a la comida basura, el consumismo exagerado, las redes sociales omnipresentes, la cultura degradada y la falta de oportunidades hace que me preocupe mucho el futuro de los jóvenes. No tengo buenas expectativas en general, pero para ellos me parece peor. No hay modelos sanos ni realistas. Pero, quizás solo sea la visión de una vieja… Espero…
