Cómo salir de la lucha para vivir siendo tú mismo.

En lugar de ir hacia las cosas, luchando, deja que vengan hacia ti, confiando.

Hace una semana, comenté acerca de una visión del mundo y, en consecuencia, de una forma de vivir, basada en Diseño Humano.  Estamos pasando de la Estrategia a la Receptividad, o sea de los planes y el control a la adaptabilidad total.  Dependiendo de nuestro “cableado”, somos una mezcla de los mismos, que incluye los extremos (como en mi caso).  El gran tema es qué significa eso en términos prácticos.


Desde hace siglos, la mente está gobernando al mundo y no estaría mal si no fuera porque es la pobre mente del ego, regida por el tiempo lineal (pasado / presente / futuro) y la dualidad.  En su constante desarrollo, ha conseguido muchos descubrimientos y ahora reina a través de la Ciencia, la nueva religión del capitalismo.  Al igual que ella, va adaptándose a lo nuevo, sin resignar su poder ni su manipulación ni su omnisciencia. 

¿Cómo influye esto en nuestra vida cotidiana?  La mente es naturalmente carente, desconfiada, en falta.  Le teme a la futilidad, a la ignorancia, al caos, a la oscuridad, al desafío, al rechazo (más información sobre estos miedos aquí).  Lucha contra estas ansiedades que la llenan de incertidumbre a través de elaborar sofisticados planes, de querer adelantarse a lo que viene, tomando el control continuamente para sobrevivir a este mundo cambiante.

Por ello, se transformó en una mente Estratégica, que busca ordenar el caos, crear seguridad, obtener certeza.  Como estamos viendo notoriamente en estos tiempos, no le está yendo bien…  Las mentes de algunos están manejando a las de muchos,  usando la incertidumbre para controlar mejor.  ¿Cómo salimos de este sinsentido? Yendo a nuestro interior y utilizando los recursos que ya traemos, pero que no conocemos o no nos enseñaron a usar.

El propósito de una mente estratégica es prevenir y luego luchar o huir.  Es vivir en guerra frente a los acontecimientos y las personas, en una batalla despareja porque no podrá con todo.  ¿Te das cuenta que pasas innumerables horas imaginando lo peor que podría pasar y cómo precaverte con planes A, B, hasta Z?   ¿Y también tomaste nota de que la mayoría de las veces no sucede nada o lo que no pensaste?

Tenemos un enemigo adentro y es la mente desenfrenada, sin guía interna.  No se trata de vivir en la lucha sino de abrazar la vida.  En lugar de vernos como seres indefensos, debemos apreciarnos como seres integrales que fluyen con las situaciones.  En vez de ir hacia las cosas, tratando de planear cada movimiento, peleando contras las adversidades, podemos dejar que ellas vengan hacia nosotros, tomando lo que vibra con nosotros y soltando lo que no.

Es casi una metáfora de lo Masculino y lo Femenino: los espermatozoides corren hacia una meta, enfocados y competitivos, mientras el óvulo espera, paciente y confiado.  Cuando te conoces, sabes de tus cualidades y aprendizajes y decides desde tu Autoridad Interna, permites que tu vibración atraiga lo que es lo mejor para ti, no caes en la homogeneización social, fluyes con la vida, encuentras tus pares, eres guiado y protegido por la Luz. 

Para eso, necesitas adaptabilidad y resiliencia, confianza y entrega, conocerte, aceptarte y amarte, valorar tus dones, vivir en el aquí y ahora (en el cuerpo), y crear un nuevo marco mental que te ayude en esto y no que te aterre y te limite.  No te voy a negar que es difícil, pero es el mejor proyecto que puedes tener: uno que te motiva y te brinda perseverancia, porque solo puedes ser feliz si eres tú  mismo (a eso viniste).  Te acompaño.

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