¿Conoces tu potencial, tus aprendizajes, tus dones? A lo largo de más de treinta años de ser terapeuta, me he dado cuenta de que a la mayoría de mis consultantes (y conocidos) ni siquiera se les ocurre preguntarse estas cosas. Y, si lo hacen, se comparan con algún modelo familiar o social o idealizado que pocas veces se corresponde con la realidad.
¿Cómo ser feliz entonces si no nos conocemos, si nos peleamos continuamente con lo que somos, porque no entra en la matriz que queremos? Es la lucha más ardua e inútil que encaramos. Tanta energía, tiempo, esfuerzo, lágrimas derrochados por algo que ni siquiera nos pertenece… He visto centenares de personas yendo en contra de sí mismas y castigándose por no ser otros. ¡Por Dios, qué increíble desperdicio!
Personas con una poderosa fuerza de voluntad, que no usan porque no aclaran sus objetivos; otras que terminan siendo contenedores de basura emocional de otros porque no entienden que deben poner límites y atender las propias; otras que tienen grandes caminos por recorrer, pero que se perdieron en los de los demás; otras que son introvertidas, con un rico interior, que no lo aceptan y se obligan a ser sociales; otros que no vinieron a hacer, pero que se agotan corriendo como el resto…
Es infinita la variedad de suicidios del alma que hacemos diariamente porque no nos conocemos. Traemos una mecánica que requiere ser notada y aceptada, no solo porque en ella radica nuestro potencial, sino también nuestros aprendizajes. Cuando no lo hacemos, nos perdemos en el No-Ser, en la falsa identidad que adquirimos de los demás, en el modelo mental que nos tortura.

Conocer Diseño Humano fue fundamental para mí. Como siempre fui a contramano de los demás, en mi juventud lo acepté totalmente y me permití seguir mis propios lineamientos, sin importar lo que los otros pensaran. Cuando vi mi diseño, resultó que había hecho lo correcto (salvo algunos temas) y me sentí validada. A muchas personas les ha pasado lo mismo, pero pocos terminan siguiéndolo, porque los condicionamientos son tan fuertes que prefieren ignorarse y adaptarse.
Es la receta para la infelicidad y las dificultades evitables. Vienen tiempos difíciles en que los sistemas tribales van a dejar de apoyarnos y, si no conocemos nuestras estrategias individuales y cómo decidir efectivamente, los viviremos con mucho sufrimiento. A diferencia de algunos que creen que pronto tendremos días de dicha y luz maravillosos y que el planeta hará un cambio súbito, yo pienso que se avecinan tiempos oscuros.
El cambio sucederá, pero falta mucho todavía. Y vendrá de las individualidades que despierten de este sueño y se responsabilicen de sus vidas, que sepan cómo surfear en olas desafiantes, que encuentren la sincronicidad según su vibración. La Matrix de dolor y lucha continuará, pero cada uno de nosotros podemos salir de ella y hacer nuestro camino, con nuestras propias artes. Así, crearemos un nuevo océano, con cada gota.
Viniste a recordarte. Viniste a reencontrar tu luz, a través de la Luz. Para eso sirve Diseño Humano: para descondicionarte del Programa genético y social, para aceptar la personalidad, hacerla fácil y manifestar tu Alma. Es el “Filtro” a través del cual experimentas la Conciencia de Dios y contribuyes a co-crear. Si te sirve otra herramienta, adelante! Pero, no te niegues a ti mismo. No te adaptes a una sociedad enferma, no sigas modelos que te limitan y dañan.
¡Ya traes todo lo que necesitas! Conócelo y fluye sin resistencias. No es necesario sufrir: tienes la Conciencia. Tienes la Conexión. Cuando sales de la Matrix, surge un mundo paralelo. Lo difícil es el descondicionamiento, sacar las influencias ajenas que te someten. Tú ya eres, ¡encuéntrate! Te acompaño.