Conóceme: ni loca ni salvadora.

Una acompañante de la evolución.

Estoy en la “espiritualidad” desde… que nací.  Muchos de los que estamos en este campo, hemos tenido toda clase de experiencias “extrañas” a las que experimenta la mayoría y a otros se les han despertado por sucesos traumáticos o por incursionar en diversos sistemas.  Pongo entre comillas esas palabras porque nunca estuve de acuerdo con el significado que les dan casi todos: para mí, son lo normal, o lo que debería ser natural.

Las situaciones que hemos vivenciado cada uno son distintas y todas superan la homogeneización que nos imponen; por ello, muchos las ocultan como algo que los convertirían en medio locos y otros las exhiben como si fueran especiales.  Cuando comencé a trabajar como terapeuta, atraía a las primeras, que me contaban sus secretos porque finalmente encontraban a alguien que no los juzgaba.  Ahora, hay de los segundos por todas partes.  Ni un extremo ni el otro…  Como dije, es lo que somos…

Otra cosa que observé a lo largo del tiempo es una multitud de sectas, grupos, iluminados, con dogmas de todo tipo, que han pululado como hongos, cada vez con más asiduidad.  Asimismo, han crecido los sistemas que prometen la salvación, solo con tres pases mágicos, o cortando con el pasado, próximo o remoto.  Las creencias han ido cambiando con los años, como las dietas para adelgazar, según lo que se va descubriendo (y los oportunistas de turno las han aprovechado también).

Quizás, debo sonar muy superada…  Pero es que yo he estado en casi todas ellas…  He leído y he practicado diversas religiones, me he metido en sectas (y he salido raudamente), he puesto el cuerpo en múltiples métodos, he tenido conexiones con entidades de todo tipo, me he enfermado y me he sanado sola, he pasado por muchas noches del alma, he recibido proyecciones de ser una loca y una salvadora, lo he probado casi todo…

Diseño Humano

Por supuesto, con este bagaje, mis ideas han ido cambiando con el tiempo.  Nunca me aferré a nada.  Siempre dejé entrar cualquier posibilidad, sabiendo que le iría encontrando mi propia estructuración.  ¿En qué ando ahora?  Flotando, podría decir.  Fluyendo, para usar la jerga.  Es un tiempo enormemente desafiante, extremo, cambiante, fértil para creer cualquier cosa, para sujetarse a lo que sea que dé un poco de certidumbre y seguridad.

Por eso, es también muy peligroso.  Resurgen ilusiones de “prosperidad para todos” de hace veinte años, los extraterrestres ya aterrizarán (de nuevo), la Luz finalmente traerá al paraíso en la tierra, y unos cuantos etcéteras más que llevan a muchos a embarcarse en aventuras que los dejarán peor que antes.  Lamento ser tan amargada, pero no creo que suceda nada de eso en el corto plazo, ni en el mediano (ojalá me equivoque). 

Sí creo que estamos en una transformación paradigmática, pero será una evolución larga y difícil.  No la veré, solo presencio el comienzo.  Y me gusta ser una pionera, me encanta ayudar a abrir la posibilidad, a mi manera, y con los que sienten que los puedo acompañar.  Nada más.  La Matrix está cambiando; quienes se aferren a ella, la pasarán mal; quienes la sepan navegar, con instrumentos adecuados, desapegándose, estarán mejor y contribuirán.

Desde hace años, es cada vez más sencillo crear y fluir en un movimiento paralelo, que observe y utilice la encarnación para conectar con el Alma.  Sin embargo, no es fácil, porque el condicionamiento es omnipresente y soltar las creencias impuestas cuesta.  Si sabemos cómo venimos cableados y hacia dónde dirigir la mirada, se suaviza y el Ser nos muestra el camino día a día.  Solo a eso podemos aspirar (y es muchísimo).  Aquí estoy, ni loca ni salvadora, si te sirve.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

captcha

Sobre Diseño Humano

No te pierdas ninguno.

Suscríbete al boletín semanal

Recibe un email semanal con consejos, reflexiones y recursos, directamente en tu casilla de correo.

Categorías

Sígueme