
En estos tiempos de post-verdad, parece que cada uno es poseedor de LA verdad y, por supuesto, tiene las “pruebas” para corroborarla.

Hasta hace poco, los Datos eran irrefutables y los que los defendían se amparaban en que eran indiscutibles. Ahora, están siendo tan manipulados que es casi imposible creer en algo “respaldado” por ellos.

Pero, lo que es igual antes y ahora es la soberbia. Aunque se hagan los humildes, se nota el desprecio hacia los que piensan distinto. Con las redes sociales, esto se intensificó y está lleno de Tribus con sus Leyes Fundamentalistas, dispuestas a quemar a los herejes.

Siendo una Hereje, fui entendiendo que mis ideas (que van cambiando con el tiempo hasta casi el descreimiento) son producto de mi proceso mental y, sobre todo, experimental. Si le sirven a alguien, genial; si no, hay otras (hasta mías mañana, si las cambié… ).