
¿No crees que es una buena resolución para el próximo año? Todos tenemos historias victimizantes. Si estamos encarnados, no puede ser de otra forma. El problema es aferrarnos a ellas y continuar expandiéndolas ad infinitum, como si fuera un destino prefijado. No lo es.

En estas dimensiones, la lucha y el sufrimiento forman parte del paisaje. No solo se consideran “normales” sino que hasta están romantizados (no vale si no te costaron lágrimas de sangre). ¿Y si sales del cuento general y de los cuentos personales? ¿Y si te cuentas uno sencillo, conectado, amable, luminoso? Te acompaño.
