
Hay estudios que señalan que el Coeficiente de Inteligencia ha bajado en los últimos años. Si bien ese factor mide cierto tipo de inteligencia, es interesante observar cómo se ha reducido el nivel de la cultura general. La masificación ha supuesto una merma en la calidad; por ejemplo, ahora cualquiera puede “cantar y componer” y tenemos como resultado cierto tipo de música que es pobre y vulgar en el peor sentido de la palabra.

En donde se percibe fuertemente es en el lenguaje. Leer en redes sociales termina siendo una tortura, con personas que redactan de forma incomprensible, con horrores de ortografía, sin signos de puntuación (por lo que no se sabe dónde comienza una idea y termina otra o qué quisieron decir: No lo haré/No, lo haré), con errores en letras que no les importa corregir habiendo un editor, etc.

Este último punto parece ser una norma: no importa. Antes, una persona podía tener falencias en sus estudios, pero quería superarse. Ahora, teniendo un autocorrector que soluciona cualquier falla, no se usa. Es que da lo mismo. Se está nivelando para abajo; el sistema nos quiere estúpidos. Y a nadie parece importarle. No se trata de “corrección” a la vieja usanza, se trata de dominación a través de rebajar los niveles generales y propiciar una anomia que acepte cualquier cosa sin chistar. Lamentable.
