En estos tiempos de tanta manipulación, terminamos hablando a través de los demás, como un eco sucedáneo de mentiras mil veces dichas (ni siquiera de verdades a medias). Nadie se salva. A los “despiertos”, les encanta socavar a los que están atrapados en la Matrix como si ellos estuvieran por encima, cuando también se creen todo lo que dicen los “expertos / canalizadores / gurúes / extraterrestres / seres de luz / etc . / etc.”.
La duda, el discernimiento, la escucha interna, la conciencia corporal son grandes ayudas, además de evitar caer en la dualidad, en lo “bueno/malo” tan típico de este plano, donde es necesaria la integración y la unidad. Es interesante que muchas personas traigan el potencial del pensamiento propio y no lo usen, cayendo en la homogeneización… En lugar de honrar la voz única que poseen, que tarda en formarse y en expresarse, sucumben a los ecos fáciles de lo establecido por otros.
