En esta gran Matrix, hay muchas explicaciones acerca de qué es ella… y cada uno toma las de su cultura, sus creencias, sus intereses, sus experiencias, la que más le conviene; así creamos nuestra propia matrix, con la que intentamos darle lógica o propósito y poder vivir de acuerdo a eso. Después de tantas décadas de constante información y reflexión, además de vivencias, ya no me interesa ninguna, porque son solo teorías, aunque se piense que hay muy sólidas pruebas para ellas (no hay ninguna solidez aquí).
La mente necesita las ideologías como alimento y, como es voraz, no para. Y, como es terca e insegura, busca confrontación para afirmarse. Vivimos en una cultura que privilegia la mente (no estamos hablando de la Gran Mente Universal, sino la del ego), por lo que se siente la reina del imperio y desprecia lo material, aunque esta es una realidad material y el cuerpo es un mejor guía (Diseño Humano es muy claro al respecto). La alimentación (que ha sido pervertida para enfermarnos), la actividad constante, el consumismo, la rapidez inhumana, entre otras cosas, han hecho que perdamos esta conexión tan importante.
En esta Matrix, todo es pasajero, aunque nos dé esa sensación de continuidad. La mente vive en el tiempo lineal (pasado/presente/futuro) y quiere aferrarse a algo y perpetuarse, lo que ha sido la perfecta excusa para manipulaciones de toda clase. Solo hay un Aquí y Ahora (el cuerpo sí sabe esto) y nos resulta insoportable admitirlo, por lo que nos asimos a cualquier teoría que nos dé seguridad y sosiego.
Siglos de sostener mentiras no las hacen verdad. Cada uno tendrá que hacer su labor de investigación y encontrará en otros información, espejos, ayuda, lo que necesite, pero el trabajo es individual y cada cual le dará su propio sentido. De cualquier forma, las respuestas (si las hay) están en el silencio. Pueden ser solo segundos (esos segundos en los que la mente calla), pero es donde el Ser puede conectar. Algún día o quizás nunca, no sé, será distinto… Mientras, aquí estoy, viviendo…
