Terminando con el tema de esta semana, nunca había escuchado tantas teorías como en estos tiempos. Cuando comencé, hace décadas, era difícil conseguir información; la leía en inglés, y luego buscaba referentes en el exterior, porque no conocía a nadie aquí. Con la hipercomunicación de ahora, con las redes sociales, las teorías corren como reguero de pólvora, sin sustento o con “pruebas” amañadas.
Esto le encanta a la mente, que quiere más, que nunca le es suficiente nada, pero que no tiene que experimentar, solo conocer. Por eso, no se trata de llenarnos de información sino de vivenciarlo, con el mayor desapego posible. Es complicado ser neutral, ir hacia la experiencia encontrando, no buscando determinado estado.
Al final, nosotros le daremos el sentido, según nuestro diseño. Eso sería lo ideal, en lugar de la seguridad y certeza con que nos venden creencias, para no sobrellevar la incertidumbre de la vida. Eres el creador y eres el experimentador. Sé amable contigo mismo.
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