
A lo largo de décadas, he observado cómo ciertos trastornos se “ponen de moda” y se usan para explicar todo lo que está sucediendo (al igual que con la alimentación). No están fuera del contexto, tienen relación con momentos de la sociedad y la cultura; así pasó con la neurosis, la depresión, los ataques de pánico, ahora le toca al narcisismo y/o la psicopatía.

No hay día que no lea algo al respecto y que no escuche personas echándole la culpa a alguien de ello. Me tocó con un paciente joven, que se separó de su novia, y ella le escribió un largo ataque, que parecía salido de una revista femenina o de alguna influencer de Instagram.

No se trata de que él sea puro e inocente y que no hayamos tratado su responsabilidad en ciertos temas, pero la diatriba era tan cruel e instigada por los artículos repetitivos, que acababa siendo solo un descargo de odio y victimización, en el que ella parecía no haber tenido ninguna participación en la relación.

Obviamente, este es solo un aspecto, pero me resonó a muchas cosas que estoy viendo últimamente. Estamos en una sociedad con tintes narcisistas, pero debemos tener cuidado para no terminar simplificando y demonizando a otros, mientras nos escudamos en la victimización, que ciertamente no ayuda en nada.