
Mi cuerpo le pertenece a la Tierra.
Es tan material, temporal, frágil como Ella.
Es tan sagrado, infinito, potente como Ella.
En la Tierra, se descarga y se carga.
Se encuentra y se pierde.
Mi cuerpo es feliz en contacto con Ella.
Y recuerda que está aquí hace milenios.
Y no sabe si volverá, pero agradece tanto Amor.