Soy una “especialista” en chocarme con piedras (algunas enormes), así que siempre me interesó este tema y la razón por la que parecía ser “Catrasca”, como se dice en Argentina (cag… tras cag…).
Es una habilidad, realmente.
Cualquier experiencia en este plano está regida por el mecanismo de Prueba y Error. Esto significa que, primero, nos equivocaremos y, luego, aprenderemos.
De eso se trata, de aprender. Es fácil de observar en un bebé: hace muchos intentos antes de lograr alguna nueva habilidad; una vez que la consigue, continúa con la próxima.
Cuando caemos en el mismo error una y otra vez, es porque seguimos tratando de alcanzar algo con igual metodología o idea, haciendo realidad lo de “locura es hacer lo mismo y esperar resultados distintos”.

Cómo manejarla.
Si es algo práctico, probar con distintas posibilidades ayuda; si es algo psicológico, encontrar otra forma de entenderlo o abordarlo nos abre al cambio.
Prueba y Error es un proceso, generalmente no lo conseguimos de una vez: tomamos una dirección y no marcha; intentamos otra, algunas cosas surten efecto y otras no; vamos por las que que sí y de nuevo sucede lo mismo, hasta que lo obtenemos. También, es un camino misterioso: algo trivial (o un “error”) puede llevarnos hacia la solución o hacia lo que estamos buscando vehementemente; solo se trata de continuar.
En cada paso, vamos adelantando un poco, sabiendo lo que funciona y lo que no. Si seguimos haciendo lo mismo, no solo no progresamos sino que nos rezagamos, porque todo sigue avanzando. Una vez aprendido, ya no nos equivocamos más; el proceso terminó (y continúa con otras cosas).
En Diseño Humano, la Línea Tres es la de Prueba y Error. Los que la tenemos en el Perfil (como yo) debemos aceptar este mecanismo, sin sentir que somos el error, sino que estamos en una evolución que nos sirve y sirve a todos.
Sí, lo que aprendemos no queda en nosotros, ya que no vivimos en una burbuja (como generalmente creemos), sino que pasa al acervo de la humanidad, por lo que es importante atrevernos a extraviarnos en el camino hasta lograrlo.

El castigo del error (y su solución).
Es interesante que la Línea Tres es la más común en el mundo (todos la tenemos, aunque no sea en el Perfil) y, sin embargo, aquí estamos huyendo del error culturalmente.
Como está mal visto y es reprobado, la mayoría se queda en situaciones de carencia, de inadecuación, de limitaciones, porque teme ser señalado por equivocarse.
Entonces, no comenzamos cosas (o las abandonamos), porque nos equivocaremos. ¡Ese es el verdadero error! Casi no hay posibilidades de hacerlo bien de entrada. Y menos de hacerlo perfecto.
El perfeccionismo es nuestro peor enemigo, ya que nos quedamos empantanados en los supuestos problemas imaginados y/o en los detalles insignificantes, en lugar de poner el foco en simplemente hacerlo.
Al aceptar que siempre erraremos y que el verdadero logro es realizar y aprender, nos quitamos un peso de encima y nos encaminamos hacia el desarrollo de nuestras cualidades y capacidades reales. Conozco ese camino, hazme caso…

Aprende a manejar una Línea 3: Haz tu Carta de Diseño Humano.