
Muchas veces, escucho personas (sobre todo, mujeres) que cuentan que se hicieron “mimitos”, que se consintieron comprándose ropa o yendo a la peluquería o a comer afuera como una forma de premiarse, de hacer algo especial por ellas, de apreciarse.

Acto seguido, relatan cómo su jefe le hace realizar más trabajo del que debería o que su marido no le permite ciertas cosas o que alguien las menospreció en público. Y pienso: “¡Aquí se debería notar tu apreciación por ti misma!”.

Valorarte es ocupar el lugar que te corresponde, con todas las implicancias; conocer tus capacidades y virtudes, así como tus aprendizajes; sentirte confiado y seguro de lo que puedes y de que podrás con lo que no sabes; irradiar un aura centrada, satisfecha y serena, que diga a los demás quién eres.

No es algo menor, para compensarte; es reconocerte y amarte, tanto que todos lo respeten y valoren también.

¿Quién eres? Haz tu Carta: www.abrazarlavida.com.ar/diseno-humano