Entregarme a la totalidad del Ahora.
¿Cómo comencé? ¿Es que hay algún comienzo? Creo que toda mi vida he estado viviendo / trabajando / aprendiendo / experimentando / compartiendo. Desde niña, he sido curiosa con respecto a la vida en general, y a las actitudes y las formas de vida de las personas en particular. Siempre planteándome preguntas, nunca abandoné la época de los ¿por qué? Ahora, ya no sé si son tan necesarios los ¿por qué? y ni siquiera los ¿para qué? Muchas veces, ellos obturan las experiencias porque nos dan la falsa seguridad de razones y motivos, que son múltiples e infinitos. Entregarme a la totalidad del ahora (tan rica, variada, fecunda, maravillosa) me parece una opción más valiosa.
Volviendo al comienzo (¿?), no me recuerdo sin un interés insaciable por todo. Una infancia difícil y una adolescencia peor me adentraron en una adultez conflictiva, peleada con un mundo que no me gustaba. A raíz de grandes cambios a los veinticuatro años, comencé a hacer terapia y me focalicé en el desarrollo humano (aunque conservo la mirada inocente y maravillada del niño frente a un mundo siempre cambiante). Llegaron cursos, más libros, seminarios, prácticas espirituales, experimentaciones varias. Iba evolucionando y encontrando cada vez más potencial.
Pasé de un trabajo al otro, de un lugar a otro, de una relación a otra, sin poder hallar lo que me llenaba. En 1990, cansada de enfermedades y síntomas floridos, me di cuenta de que necesitaba interrogar a mi cuerpo, no sólo a mi mente. Comencé la carrera de Terapeuta de Integración Cuerpo-Mente y un mundo nuevo se abrió y me llenó de plenitud. Al iniciar el tercer año, estaba en una terrible crisis con mi situación laboral. Ya no podía continuar con lo que hacía y no encontraba cómo canalizar mi vocación, mi misión. En un arranque desesperado, dejé de trabajar, me encerré y grité al cielo: “Si hay un Dios, que me diga qué hacer”. Era muy dramática yo en ese tiempo… Pasaron unos meses y, ya en el colmo, llorando a mares un día, escucho en mi corazón: “Ya estás en el camino, ¿no te has dado cuenta?”. ¡La dificultad de ver lo obvio! Terminé mi carrera de Terapeuta y comencé a trabajar.
¡Pánico inicial! ¿Qué hacer frente a un paciente? ¿Qué técnicas usar, qué prácticas elegir? Recordé que mis maestros (Chía Rodríguez y Roby Liaskowsky) nos habían dicho: “Ustedes no leyeron sobre esto; ustedes experimentaron esto, lo incorporaron. Confíen en que saldrá lo que sea necesario para el momento”. Sin darme cuenta, abrí la puerta a la conexión con el Campo, como dice Chopra. Era cuestión de estar accesible, limpia, sin preconceptos y, en esa apertura, todo llega simple y contundentemente.
Pasaron distintos desafíos y evoluciones y, unos años después, pedí una renovación, algo novedoso y diferente. Un día, esperando en un estudio de televisión para hacer una participación en un programa, me pongo a charlar con un chico. Me cuenta que va a hablar sobre computación e Internet. Le comento qué hago y me dice que eso estaría muy bueno para tener un sitio y expandir el tema. Sentí que esa era la respuesta a lo que había pedido. Vinieron muchos aprendizajes más. Errores (cientos), ensayos, autodidactismo virtual (horas frente a la compu para sacar un programa, para promover el sitio, para entender los códigos del cyberespacio), aciertos, y últimamente el análisis de un sistema único y poderoso como Diseño Humano. Lo principal: conocer una gran cantidad de personas quienes me dejaron tanto (y más) de lo que ofrecí.
Crezco junto con mis pacientes y con los visitantes del sitio. Creo firmemente que Todos Somos Uno. Que nos conectamos a niveles sutiles y que, entre todos, nos brindamos las enseñanzas que necesitamos. En esta Nueva Energía, ya no nos podemos esconder en papeles de víctimas. Somos Creadores de nuestras vidas. Totales y absolutos. Somos inmensamente poderosos (más allá de los miedos y las dudas del Ego). Reclamemos nuestro Poder. Somos profundamente amorosos (en la profundidad del Espíritu). Comencemos por nosotros. Somos intensamente libres (para disfrutar de esta Tierra abundante y hermosa). Este es el momento: AHORA.
Aquí estoy para acompañarte.
La noción de que “todo pasa por la mente” ha sido bastante destructiva. Así, te has llenado de información, de libros, cursos, seminarios, afirmaciones, visualizaciones y toda la parafernalia… sin demasiados resultados visibles. La realidad vuelve a surgir imperturbable.
No es que no haya verdad en mucha de esta información, lo que sucede es que no se trata de repetir como loros ni de imaginar paraísos (en general vendidos por la misma sociedad que crea los infiernos diarios) sino que no sabes aplicarla en la vida cotidiana. Parece maravilloso en el libro pero, cuando toca puntos neurálgicos de tu vida, tiendes a huir o negarlos. Quizás, quieras creer que una hora de lectura o visualización obrará milagros sobre 23 horas de críticas, quejas, victimizaciones y temores. La frustración se irá acrecentando a medida que sigas probando con distintos gurúes o técnicas y no percibas resultados duraderos. Acaba con ello de una vez.
No eres sólo una mente, como habrás podido darte cuenta. Estás habitando un cuerpo maravillosamente calibrado para expresar los niveles sutiles. Habiendo sido reducido a una imagen para vender o mostrar, no lo escuchas, perdiendo una preciosa fuente de conocimiento y de placer. Es a través del cuerpo que sientes, te manifiestas, te comunicas y materializas tus deseos. ¡Qué precioso!
Las emociones tienen una fuerza enorme. Eres arrastrado de una a otra sin poder transmutarlas. Enojado, angustiado o triste, percibes que el pecho o la panza van a explotar, imposibilitado de encauzarlas. O te anestesias, cuando ya no das más. El cuerpo se encargará después de somatizar tanto estrés emocional en síntomas o enfermedades varias. No es necesario pasar por eso, ya que tus emociones son sólo mensajeras, mediadoras entre tu cuerpo y tu mente. Al reconocerlas y liberarlas, ganas en vitalidad y movilización.
“Soy espiritual” te dices porque meditas o vas a algún servicio religioso o lees sobre el tema. ¿Y qué es lo demás? ¿No afirmas que Dios es Todo? ¿Entonces no es espiritual cualquier cosa, comenzando por tu vida en sus diversos aspectos? Muchos buscamos la “misión”, aquello que llenará nuestras vidas vacías de sentido. Y creemos que estará en alguna clase de epifanía bajada por ángeles que nos transportará más allá de la chatura de la mediocridad. Tu misión, tu motivo espiritual es reencontrar tu Luz.
El Ego (esa herramienta operativa que ha ocupado un lugar que no le corresponde) impera en tu interior y maneja tu exterior. Obnubilado por sus miedos, dudas, exageraciones, actividades frenéticas, defensas, negaciones, exigencias, ansiedades, vives a fuerza de controles y simulaciones. Como sólo conoce de luchas y esfuerzos para obtener reconocimiento, cariño y validación, crea un mundo de conquistas y enemigos. Es el mundo que conoces…
¿Quisieras vivir en otro? Es hora de acallar las atronadoras voces del Ego (poniéndolo en su lugar firme y cariñosamente a través de la sanación de tus Niños Internos) para comenzar a escuchar la suave voz del Alma. A través de la conciencia, de la presencia en el aquí y ahora, te irás abriendo a lo que YA eres: un Ser Espiritual transitando una experiencia Humana.
Así, accederás a un caudal creativo y abundante que te pertenece por derecho, que atrae naturalmente personas, situaciones, recursos, lugares, para expresar tus deseos de expansión, gozo, amor. ¿Demasiado bueno? Apenas el inicio… Estamos en un proceso de espiritualizar la materia, de integración total.
¿Qué necesitas para comenzar este cambio profundo y verdadero? Estar dispuesto a comprometerte totalmente. Si todavía estás echando culpas afuera, si no te cansaste de intentar y no lograr, si crees que el tiempo arreglará la situación, si no estás harto de muchas cosas de tu vida, si estás atrapado en las ilusiones del Ego, del consumo, del sufrimiento… no estás preparado. Si no tienes dinero, tampoco, ya que consumes tu día en preocupaciones económicas y no has comprendido la prosperidad inherente que es parte de tu Ser. Tienes muchos recursos gratuitos y de bajo costo en el sitio para comenzar a elaborarlo.
Mi compromiso es íntegro y entusiasta. Espero lo mismo de ti. Sin victimizaciones ni excusas inútiles. Apelo a tu poderoso deseo de transformación, unido a la Nueva Energía y su paradigma de sencillez, gracia, fluidez, paz, abundancia y amor. No te estoy proponiendo superficiales cambios, sino uno que modificará tu vida personal y profesional constante y maravillosamente.
Cuando trabajas desde la raíz, desde la verdad, no hay nada que no sea movido y transformado.
Ese es el regalo del Ser.
Mendoza 1601
1428 – Buenos Aires, Argentina
54 – 11 – 5810 – 6686 (Whatsapp)
1991/Presente
Consultoría presencial y por Internet.
2016/Presente
Analista de Diseño Humano
2003/Presente
Creadora y Directora de www.abrazarlavida.com.ar
1995/8
Talleres en la Unidad de Dolor y Cefaleas del Hospital de Clínicas
1993/4
Grupos en el Programa de Salud Mental del Hospital Pirovano
⇔
(Resumen)
1998/Presente
Guía para crear tu vida personal y profesional en la Nueva Energía
2000/2
Facilitador de Procesos Individuales y Grupales (Fundación Espiritualidad Práctica)
• Meditaciones dinámicas (Osho/G. Roth)
• Vidas pasadas (R. Powers)
• Expansión de la conciencia (R.Moss): M.Socolovsky, D.Zalzman, R.Lauría
1997
• Coordinación de Grupos (Instituto de Investigaciones Grupales)
• Grupos Centrados en la Tarea (Graciela Jassiner)
• Equipos de trabajo (Mario Woronowsky)
• Psicodrama (Hernán Kesselman)
1995/6
Terapia Corporal (Hospital Braulio Moyano)
• Eutonía (Luis Mazzarella)
• Expresión Corporal/Danza (Patricia Stokoe)
• Biodinámica emotiva (Eliseo Rey)
• Biodanza (R.Terrén/V.Toro)
1990/2
Terapia Corporal Integradora (Escuela de Integración Cuerpo-Mente)
• Integración, Juegos teatrales, Masajes (Chía Rodríguez)
• Feldenkrais, Rolfing (Roberto Liaskowsky)
• Bioenergética (David Zsyniak)
• Gestalt (Adela Lalín)
• Dinámica Corporal (Susana Kesselman)
• Biosíntesis (Liliana Acero)
1981/9
• Expresión corporal (María Fux), Yoga, T’ai Chi Chuan.