
Como vivimos en tiempos veloces, la Estrategia del 91% de la humanidad que consiste en esperar (distintas cosas) resulta muy difícil de poner en práctica. Sin embargo, cuando actuamos llevados por las decenas de minucias de la vida cotidiana, o por las emociones, o por la ansiedad de la mente, o por lo que sea, terminamos en lugares complicados que hubiéramos podido evitar.

Obviamente, es más fácil dejarnos llevar por las corrientes conocidas, y después quejarnos frustrados o amargados o coléricos. Es una labor (sagrada) la de saber esperar, la de no caer en la desesperación frente a lo desconocido o la incertidumbre, pero es lo que logrará que nos conectemos con lo correcto para nosotros. De lo contrario, será una vida de inconsciencia, movidos de un lado a otro por factores ajenos a nosotros, lejos de lo que vibra nuestro diseño y nuestro Ser.

