Con personas, objetos, situaciones, valores, etc. ¿Cuál es tu conexión con tu madre? ¿Con el dinero? ¿Con tu celular? ¿Con el amor? Cada respuesta que tengas a ellas te DEFINE. Tu forma de reaccionar, de decidir, de elegir, de pensar, de sentir acerca de una relación determinada te revela facetas tuyas que no conocerías si no fuera por esa particular manera en que ella te afecta.
Creemos que el afuera nos define, pero es al revés. El afuera nos permite revelar lo que llevamos adentro y optar. Las dificultades que atravesamos, por ejemplo, no están para volverte amargado, victimizado, enojado, necio, sarcástico. Están para revelar tu valor, constancia, alegría, integración, solidaridad, sabiduría, amor, ternura, lo que sea. Lo que se te presenta en el camino es un continuo recordatorio y oportunidad de sacar lo mejor de ti y compartirlo con los demás. No es el trabajo de ellos, es tuyo.
Es fácil exigirle a los otros que modifiquen actitudes, que hagan esto o lo otro, que sean considerados contigo; en definitiva, que cambien para que tú seas feliz. Es tu deber y tu derecho hacerte feliz. Cambia tú y habilitarás su transformación. Si no lo hacen, entonces decidirás si continúas con ellos o no. Estás aquí para tu propia evolución, eres responsable de ti mismo; por lo tanto, actúa en consecuencia.