Analizando con una paciente cierta característica de ella, con la que se pelea frecuentemente, le digo que deje de hacerlo, ya que es inútil: cuando algo ES en nuestro diseño, nunca dejará de serlo.
Ella, al igual que yo, tenemos un Centro G Definido. En Diseño Humano, es un Centro espiritual, de conexión con el Ser. Trata sobre la identidad, la dirección y el amor, cosas que ya vienen dadas de una forma particular.
Suelo dar un ejemplo tonto, pero que lo ilustra mucho: cuando tenía unos veinte años, hice un viaje en bus de unas cuantas horas. A mi lado, se sentó una mujer muy bien vestida, con zapatos de taco alto, de unos cuarenta años. En ningún momento, movió su postura más que unos minutos. Yo no paré de cambiar de posición, poniendo las piernas hasta en la ventanilla.
La observé y pensé: “Cuando tenga treinta o cuarenta seré como ella”. Ni a los treinta o sesenta… nunca fui así. Yo me muevo continuamente y sigo con las piernas en cualquier parte. Así como hablo con las manos y apasionadamente, me encanta lo raro y amo descubrir cómo son las personas.
Toda la vida he sido la misma. O más bien, he ido develando mi auténtico diseño, descondicionándome de las influencias recibidas. En el caso de un Centro G Sin Definir, están reflejando y amplificando la identidad de los Definidos, son como camaleones. Pero eso es para otra Entrada…
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