Cada vez que analizo una Carta de Diseño Humano con alguien, invariablemente sale el tema de cómo le hemos dado tanto poder a la mente y cómo no escuchamos al cuerpo. Vivimos en una burbuja de pensamientos recurrentes (la telaraña que teje el ego y nos obnubila la vida real), mientras el cuerpo sufre las consecuencias.
Es impresionante la forma en que la mayoría desperdicia su GPS natural (el Sacral y sus respuestas inmediatas) por darle lugar a ideas erróneas, dudas, ansiedades, ilusiones, condicionamientos familiares y sociales, y preocupaciones que se elaboran veloz y obsesivamente y que jamás sucederán. Es imperativo aprender a frenar ese cúmulo de tonterías perjudiciales que no conducen a nada y enseñarle a la mente a pensar a nuestro favor, ayudando a quienes somos, en vez de boicotearnos y sacarnos de nuestro centro.
John Lennon tuvo una frase genial: “La vida es eso que pasa mientras haces otros planes”. La vida es aquí y ahora, siempre está sucediendo algo, y la respuesta a ello la tiene el cuerpo, nunca la mente. Hasta que no comprendamos esto y lo actuemos, seguiremos perdiendo tiempo, energía, recursos, emociones, situaciones, personas, a nosotros mismos.