
Ayer, escuché a una psicóloga en la televisión comentando acerca de los estragos de la pandemia. Una de las consecuencias directas es la epidemia de ansiedad que se observa en todos los ámbitos.

Decía que recién estamos atravesando un primer ciclo de secuelas y que todavía faltan unos años para finalmente asumir las consecuencias que nos dejó estar encerrados tanto tiempo.

Seguimos como si nada hubiera pasado, pero no es gratis el costo emocional, mental, económico, vincular, a los que fuimos sometidos. La movilización interna y externa que significó tiene efectos.

Aumento de ansiedad, de consumo de redes sociales, de retraimiento con las relaciones reales, de miedos a nuevos asuntos, de desconfianza en las metas y logros, de baja autoestima… ¿Cómo te influyó? Busca ayuda si la necesitas. Para ser fuertes, debemos asumir nuestras debilidades, y aprender cómo salir adelante con el mejor potencial que traemos.

Tienes disponible consultas y el sistema de Diseño Humano: