¡Qué patéticos somos!

Sé como un niño.

Analizando cierto comportamiento con una paciente, le digo esta frase y nos largamos a reír.  No es un insulto ni una desvalorización.  Es una realidad para todos.  ¿Te resistes?

Lidias con el ego.

Cuando vemos los pensamientos, las emociones y las conductas del ego, no podemos llegar más que a esa conclusión.  El problema es cuando los tratamos de justificar o les buscamos causas que los exceden.

De eso se trata simplemente.  El ego lidia con el mundo y está profundamente condicionado por la familia y la cultura.  Además, ya traemos ciertas características propias y otras heredadas, que hacen que seamos de una determinada manera.

Los modelos sociales del lugar donde vivimos, sumados a los globalizados, nos condicionan para que idealicemos algún ego, con el que esperamos lograr metas también idealizadas.

Desactiva al ego.

La vida en este plano es bastante dura y complicada, cada vez más.  Las marcas de crecimiento y los sucesos que vivimos impactan en la plantilla que traemos, y nos identificamos con todas esas cosas (cualidades, defectos, errores, traumas, éxitos, relaciones, etc.).

Defendemos al ego a capa y espada, sin darnos cuenta de que jamás seremos esa idealización que propone la cultura, y que no se trata de sufrir los devenires de la vida, sino de aprender a superarlos y de ser nosotros mismos.

Cuando podemos observar y tomarlo con liviandad, con humor, desactivamos muchas de las consecuencias.  Y, entonces, podemos realizar algún cambio, porque ya no nos identificamos con él.

Sé amable contigo.

Patético es algo que nos provoca emociones intensas.  En la transición que atravesamos, muchas cosas nos las despiertan (aunque paradójicamente el final no será emocional) y nos hacen tener miedo.

Tememos no ser perfectos, cuando eso es imposible en este plano.  Tememos que no nos quieran, cuando el amor incondicional no es algo de este período en la humanidad (todavía nos falta bastante para lograrlo).  Tememos lo que vendrá, cuando la incertidumbre es parte de la vida.

Entonces, tomarnos con amabilidad es fundamental.  Si no nos podemos reír de nosotros mismos, es porque el ego está instalado con tanta fuerza, que terminaremos sucumbiendo a su deseo mortal de alcanzar la idealización que tiene de sí mismo.  Eso solo puede llevar al sufrimiento y la lucha.

Conéctate.

Únicamente el enlace al Ser nos lleva a otra realidad.  Y es por segundos, minutosEso basta para tener claridad y propósito.  Mientras, utilizar las herramientas que ya poseemos nos permite continuar en el campo minado que recorremos, sin los condicionamientos constantes de la sociedad materialista. 

Amabilidad, buen humor, ligereza, confianza, sencillez, inocencia, conexión nos distancian del patetismo del ego, y nos desbloquean para transitar por caminos más simples y luminosos, propios de otro estado de Conciencia.

La Carta de Diseño Humano te provee de todos los recursos que necesitas para este tiempo.

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