Sigo con el tema del tiempo. Como soy muy rápida, tendía a pensar que quien no se apresura es débil. Me di cuenta de que esto es parte del relato patriarcal, ya que la velocidad es un atributo masculino (y parte fundamental de nuestra sociedad).
La paciencia y el disfrute moroso son cualidades femeninas, muy poco apreciadas hoy. Las mujeres hemos sido impulsadas en todas las direcciones posibles, como esposas, madres, empleadas, profesionales, compañeras, amigas, etc. Tenemos que ser y hacer todo cada vez mejor y más rápidamente.
Creo que esto nos ha perjudicado a nosotras, en primer lugar, y a la familia, en segundo lugar, porque ya no hay tiempo de observar, escuchar, estar, sentir, reposar, contener, abrazar, todas condiciones de lo Femenino. Las mujeres siempre hemos tenido un vínculo muy corporal con lo espiritual y, al tomar valores de lo masculino, nos hemos trasladado a la mente y a su velocidad para prevalecer y nos hemos perdido mucho.
En cierto sentido, lentificarnos implica honrar y respetar lo que somos esencialmente y así ayudar a que el mundo acepte y dé la bienvenida a otra forma de existir. Es parte de la sanación del planeta (la Madre Tierra) y de nosotras mismas.
6 comentarios
Es muy cierto, en la actualidad las mujeres cumplen varios roles, profesionales, ama de casa, madre lo cual implica mayor tiempo y esfuerzo para realizarlos lo mejor posible sin embargo, puedo observar que las mujeres trabajadoras tienen un fuerte sentimiento de culpa por dejar el hogar e ir en busca de éxito profesional, dinero, reconocimiento, etc.
Sí, Guadalupe, ese es un dilema que todavía las mujeres están enfrentando. Entre otras cosas, porque la sociedad es patriarcal y está diseñada para los hombres, por lo que el cambio en el ámbito laboral es un tema pendiente. Encontrar una cierta armonía, sin pretender “tenerlo todo” ya, es parte de la solución. Gracias por tu comentario. Besos.
Gracias por este “respiro” que nos hace pensar,siempre andamos apuradas por la vida,debemos volver un poco a nustra esencia.
Así es, Gilda, respirar nos vuelve a nosotras y nos hace concientes de nuestro cuerpo y de nuestra energía, en donde se puede manifestar nuestra esencia. Besos.
muchas gracias y si es un tema muy latente en mi en este momento, constantemente estoy corriendo y culposa por no ser la madre que debería, por el tiempo que no me dedico y no dedico a mi hija y la casa y cuando lo dedico no lo hago de la forma en que me gustaría, con respecto al respirar es un arma poderosa que estoy utilizando
Evelyn, las mujeres estamos llenas de culpas y perfeccionismos inútiles, que sólo nos quitan energía para ser y hacer sencillamente. Nos complicamos la vida tontamente, tomando ciertos parámetros patriarcales que no nos sirven. Espero que aprendas a escucharte y, respirando, te conectes con vos misma y tu potencial. Te acompaño. Un gran beso.