Un defecto es una cualidad llevada al extremo

Aprender a aceptarnos en todo el fascinante arco de alternativas que somos nos enriquece y potencia.

 
Una consultante habla fortísimo mientras se queja de que sus hijos ya no la escuchan.  Le hago notar su tono de voz y le pregunto porqué necesita gritar.  Me contesta que en su casa se comunicaban así y le consulto si escuchaba a sus padres.  “No, llegó un punto que me hartó tanta agresión y no los atendí más”.  “Bueno, ahí tienes tu respuesta”, le comento.  Se ríe y me dice que, además, cree que si habla más bajo nadie le prestará atención, que uno debe hacerse notar en la vida, “ser ruidosa”.  Le respondo: “Puede ser, pero el tema es la razón por la que se te escuchará.  ¿Quieres que sea solo por una causa superficial o por una profunda, interna, porque dices algo que es importante?”.  Se quedó pensando…
 
Vivimos en la dualidad.  O nos vamos a un extremo o nos vamos al otro pero no podemos percibirnos en la escala completa.  Lo que no aceptamos lo ponemos afuera: el otro es todo lo malo (o bueno) que no discernimos.  Esa proyección nos limita, nos empobrece, nos aísla.
 
“Elegimos” una polaridad y las llenamos de razones por las cuales es buena, correcta, beneficiosa y, por supuesto, acusamos a la contraria de lo malo.  Así, nos dividimos y creamos una guerra contra nosotros mismos y el mundo, en la que todos salimos perdiendo.  El problema es que ese recurso no hace desaparecer la polaridad que no queremos aceptar.  Al contrario, lo que está siendo desconocido presiona más y más para surgir y hace que exageremos lo otro para compensarlo.  Un círculo vicioso que termina mal…
 
Esto también es cierto para las cualidades y defectos.  En el fondo, un rasgo negativo es una cualidad llevada a un extremo.  A menudo, les digo a mis consultantes que eso que tanto les molesta es solo una cuestión de grado: si lo bajaran, transmutaría en placer.  Una extrema sensibilidad, que puede convertirse en un suplicio si se exagera y victimiza, también puede ser una fuente de exquisito deleite y satisfacción. 
Cuando no lo comprendemos por nosotros mismos, atraemos inconscientemente a otros para que nos lo muestren.  Personas “buenas” terminan siendo “atacadas” por “malos”.  Como los primeros no pueden reconocer sus partes negativas, polarizan sus equilibrios, porque de eso se trata en el fondo.  El Universo es armonía, equilibrio.  Si no lo encontramos dentro de nosotros, lo hallaremos afuera.  En este caso, obviamente, no se trata de volverse “malos” sino de aprender a poner límites, por ejemplo.
 
La ira descontrolada puede ser canalizada en actividad enérgica, en iniciativa potente hacia un fin elegido, en autopreservación consciente, en cualquier objetivo que implique un uso positivo y regulado de esa fuerza.  Caemos en la victimización de los opuestos porque hemos perdido conexión con la enorme riqueza que albergamos, con la gran variedad de posibilidades que es parte intrínseca de quiénes somos.
 
Aprender a aceptarnos en todo ese fascinante arco de alternativas nos enriquece y potencia.  Algunas facultades deben ser atenuadas y algunas aumentadas, otras son maravillosas en sí mismas, cualquiera nos muestra como humanos divinos, como seres creativos y cambiantes, llenos de la chispa del Espíritu.  Seamos protagonistas conscientes del fluir armonioso de la vida.

Comparte:

4 comentarios

  1. muy buena reflexión me sirvió para la situación que estoy pasando. muy interesantes sus temas y llenos de superación personal. me gustan mucho.

  2. Hola Laura, gracias por compartir lecturas que hacen reflexionar y alimentan positivamente el ser. La mala educación mundial no hace más que alejarnos de nuestra esencia y nos lleva hacia todo tipo de sufrimientos, ansiedad, depresión, angustia, miedos, inseguridad , etc, como digo yo, estamos mal programados.Nuevamente, agradezco tus artículos. Saludos!

    1. Gracias, Claudio! Estamos programados de acuerdo a los intereses de otros, sin darnos cuenta de que vamos en contra de nuestra esencia y de lo que vinimos a a aportar. Cuanto más conciencia propaguemos, más podremos reencontrarnos y evolucionar.
      Te mando un cordial abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

captcha

Sobre Diseño Humano

No te pierdas ninguno.

Suscríbete al boletín semanal

Recibe un email semanal con consejos, reflexiones y recursos, directamente en tu casilla de correo.

Categorías

Sígueme