Las cosas son como yo digo.

¿Crees que no eres así?

Suena muy autoritario. Sin embargo, es así como funciona, sin darnos cuenta. Cada uno tiene una concepción del mundo, de la humanidad, de las cosas que cree que son LA verdad.


😉
El problema es cuando choca con la de alguno que es contraria. Entonces, comienza la lucha por imponer la propia y denostar, humillar, tergiversar, negar o destruir la del otro.


😡
Es bastante común en los políticos: hablan maravillas de sus ideas y pestes de las del antagonista… al igual que el otro. Lo gracioso (si no fuera patético) es que usan las mismas palabras y argumentos, con lo que terminan pareciéndose.


🤦‍♀️
Y ni hablar de sus seguidores. El jefe del partido desprecia a determinado opositor y todos van tras él. Al tiempo, le conviene aliarse y ahora lo alaba. Sus partidarios se tienen que “comer el sapo” y racionalizar el cambio.


😂
Nos sucede a cualquiera de nosotros, con familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc. Es peor cuando se trata de situaciones inesperadas; pensamos que algo es de tal forma y resulta que estábamos equivocados: la realidad no coincide con nuestras expectativas.


😢
Es necesario trabajar con la flexibilidad, la apertura, la adaptabilidad, la resiliencia, para no caer en supuestos que nos restringen. Finalmente, nosotros somos los perjudicados, ya que la vida es mucho más amplia y rica de que lo que creemos (porque todo se trata de creencias, no de verdades).

Las personas con Centros mentales Definidos la tienen más difícil, porque son fijos en sus ideas. ¿Eres uno de ellos? Haz tu Carta.

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