Bancate ese defecto.

Están pasando demasiadas cosas raras
Para que todo pueda seguir tan normal.
Desconfío de tu cara de informado
Y de tu instinto de supervivencia.

Así comienza Charlie García su canción, creada en 1983.  ¡Todo un adelantado!  Están sucediendo asuntos extraños y creemos que estamos orientados como para transitarlas, pero solo vivimos manipulados.  Y, definitivamente, no escuchamos nuestro instinto de supervivencia, nuestro cuerpo, el único que puede guiarnos y salvarnos.

Hace tiempo que no leo ni veo nada
Porque me ofende que todo esté tan mal.
Y hasta las personas lindas me dan rabia.
Y los chicos y las chicas no hacen nada por cambiar.

Es interesante que diga que se ofende por la situación…  También, podríamos enojarnos, entristecernos, aislarnos, reacciones que muchos tenemos.  No creo que todos los chicos no hagan nada, pero muchos sí: se dejan llevar por modas pasajeras que los dirigen a homogeneizarse, lastimarse, degradarse o resignarse y eso sí es terrible.

Porque algún día se va a abrir esta trampa mortal
Pero hasta entonces llevarás en tu cara una sombra.
Y no presumas más de ser un humano normal
Y no te hagas más el gil, que el defecto te nombra.

¡Qué genialidad!  En esta sociedad exitista y perfeccionista, todos tratamos de ocultar nuestras sombras.  La foto ideal de Instagram.  El curriculum impecable de Linkedin.  Sin embargo, lo que ocultamos es lo que nos caracteriza, lo que nos hace distintos.

Si todos somos iguales, “normales”, ¿dónde estaría nuestra diferencia?  En esos claroscuros, reside nuestra SINGULARIDAD.  Se habla de Individualidad, pero eso somos todos; en cambio, ser singular es lo específico, es lo particular que nos define frente a los demás y hace que experimentemos y accionemos de una forma especial.

Y yo te digo
¡Ey, bancate ese defecto!
No es culpa tuya si la nariz no hace juego en tu cara.
Y yo te digo
¡Ey, bancate ese defecto!
Aunque te arregles las gomas, nena, seguirás siendo rara.

Todos tenemos defectos, porque la perfección es imposible en el Reino de la Dualidad.  Y, si aceptamos esa diferencia y la sabemos usar, ella nos hará únicos.  ¿Por qué alguien se destaca?  ¿Porque es o hace lo mismo que los otros o porque tiene algo original que sobresale?  Esa rareza es la fuente de la paz y la satisfacción, y del éxito que logremos con lo que somos.

Mutilado, desnutrido, deformado
Ojo de vidrio, muestra tu cicatriz.
Marineros, maricones, embolsados
Bailen la danza de la inteligencia.

“Muestra tu cicatriz”.  Ella es producto de los errores, de los accidentes, de los problemas, de las vivencias.  Esconderla es no reconocer lo que nos trajo hasta aquí, lo que aprendimos, lo que nos falta, lo que perdimos.  Somos inconclusos, carentes, incompletos; estamos perdidos, movilizados, caídos. 

Pero, de eso se trata.  Estamos buscando algo que nos dé sentido, que nos defina, que nos haga “poner la sangre en tierra”.  Si nos ocultamos con una fachada brillante, eso que nos hace singulares también se oculta y se pierde.  Muestra tu rareza.  La necesitamos.

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