El lunes, comenté que el miedo es la Puerta de Iniciación hacia una nueva conciencia. El ego está prisionero del sistema y la forma de manipularnos es a través de él. Desde que nacemos, los miedos naturales del cuerpo son manejados para vendernos “seguridad” y además somos inculcados de muchos otros para mantenernos fieles a un cierto paradigma.
Una manera de “aprovechar” esta característica es comprenderlos como oportunidades de sacar nuestro potencial y de salir de la jaula de adaptación. Un miedo muy común (activado más profundamente en algunos) es al fracaso. Esta clave hace que nos refrenemos de hacer lo que deseamos, pero, cuando sabemos entenderlo como una oportunidad, sacamos el potencial de la conciencia de lo que se puede transformar.
Por ejemplo, si deseas tener un emprendimiento para lograr un propósito del alma y a la vez ganar dinero, puedes enfrentarte con el miedo a fallar, a que no sepas prever las contingencias; la mente te llenará de dudas e inconvenientes probables. Paradójicamente, cuanto más presente estés, escuchando tu intuición, tu olfato, es cuando mejor sabrás qué hacer momento a momento.
Aceptando tu miedo y poniendo en claro cómo quieres desarrollarte (cómo trabajar, con quiénes, cuánto ganar, etc.), podrás encontrar tu propia transformación y la de los que están contigo. Hacerte las preguntas adecuadas, tener la mente correcta, seguir tu intuición harán la gran diferencia para hallar tu camino del alma, sin engancharte de las luchas y problemas que te ofrece el sistema como opción.
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