“Dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás: es la única”. Recordé estas palabras de Albert Einstein cuando una paciente me comentó los problemas de autoestima de su hijo y su reproche: “Fallé como madre”. Como ella la había pasado mal con sus padres, pensó que, diciéndole frecuentemente que lo amaba, no tendría ese problema.
Resulta que, si bien las palabras son importantes, lo que realmente toman los niños (y todos) es el ejemplo que les damos. Como ella se sentía inferior y no tomada en cuenta por nadie, eso es lo que le transmitía en sus relaciones con los demás, eso es lo que ella le “enseñaba” a su hijo. No había coherencia entre lo que decía y lo que hacía. El amor no son palabras, es una manera de ser y actuar en el mundo, que es una inspiración para los demás.