Desde hace un tiempo, estamos trabajando con una paciente su “deconstrucción” de Generadora a Proyectora (trabajo arduo, por su paradoja).
Como es bastante común, en este mundo poblado por 70% de Hacedores, los que somos Proyectores terminamos amplificando su enorme energía y realizando de más, hasta que reventamos.
A ella le pasó, y está en el proceso de reconocer sus cualidades, que no las registra como tales (porque les son innatas, como pasa siempre) y cree/creía que lo que vale es ese hacer continuo, tan alabado en el sistema.
Estar continuamente detrás de los demás, buscando su reconocimiento en base a actitudes equivocadas, es la raíz de la amargura tan habitual en nosotros… y del cansancio y el desaliento.
Ahora, que está entendiendo que las cosas deben venir hacia ella, ser atraídas y no provocadas, que necesita descanso y calma, se está sintiendo feliz y consciente, expandida y con propósito.
Entonces, le dije lo del título: “Siento tú misma, aportas Luz”. Es así: cuando finalmente dejamos los condicionamientos de los demás y nos encontramos con nuestra esencia, ella ilumina a todos.