Las Pruebas y Error, las vivencias anteriores nos ayudan mucho al momento de emprender o comenzar un nuevo trabajo. Antes de iniciar como Terapeuta y luego también como Analista de Diseño Humano, había tenido una amplia práctica en unos cuantos campos.
Trabajé cinco años en una gran multinacional (en cuatro puestos distintos: empleada de Administración de Ventas, secretaria de las gerencias de Comercialización, de Producción y de Administración), dos años como secretaria de la vicepresidencia de una de las más importantes agencias de publicidad, dos años como asistente de dirección de una asociación de ejecutivos de finanzas y diez años como vendedora independiente de productos financieros.
La multinacional me “formateó” la cabeza como una profesional, con determinados procedimientos y conductas que me sirvieron muchísimo después y ser vendedora (algo que nunca imaginé) me dio destrezas distintas. Además, mientras hacía estos trabajos, realizaba múltiples actividades (corporales, técnicas, artísticas, etc.).
No encontraba qué era lo mío (fundamental en alguien con un Centro G Definido) y probaba de todo. Cuando lo encontré, me di cuenta de que esas experiencias me ayudaban enormemente, tanto a mí como a mis pacientes, ya que comprendía lo que les sucedía porque lo había pasado.
Cuento esto para que comprendas que posees un patrimonio más grande de lo que crees. Todo lo que has realizado, las relaciones que has construido, los lecciones que has consumado, están disponibles siempre. Y, sobre todo, lo más importante: tu capacidad de seguir aprendiendo y nutriéndote. Te acompaño.
