El Ser habla a través del Cuerpo (consejos para aprender a escucharlo)

Consejos prácticos y sencillos para escuchar al cuerpo y su conexión con el alma.

 
Hace muchos años, mi cuerpo me hablaba, me gritaba, me rugía, pero yo lo acallaba con pastillas, lo sufría, lo negaba.  Luego, comprendí que me expresaba y decidí escucharlo; comencé a estudiar Terapia de Integración Cuerpo-Mente y eso se convirtió en mi camino.  Últimamente, mi cuerpo está todavía más sensible y receptivo: puede hacer cambios solo con pedirlo.
 
Observemos más profundamente.  Lo físico no es  la máquina que lleva a cabo las ocurrencias de la mente o el lugar del pecado y la corrupción (para las religiones) o una molestia a soportar.  Es un sofisticado e increíble sistema integrado, que está siempre en el aquí y ahora, conectado al ego, al entorno y al Ser: ¿deseas mayor maravilla?  Y, sin embargo, lo menosprecias, lo apagas, lo desconoces.
 
En una sociedad intelectual (que niega lo corporal y lo espiritual), nos acostumbramos a vivir en la burbuja mental continuamente y así nos perdemos de los mensajes que nos podrían ayudar a vivir con consciencia y propósito, con una conexión real y no inventada, condicionada por la mente.  En un primer nivel, nos proporciona información verdadera sobre lo que está sucediendo y, en un segundo, podemos trabajar conjuntamente para una mayor salud e integridad.   ¿Cómo hacerlo?
 

 

  • El cuerpo está vinculado al Ser. Como nos cuesta relacionarnos con Él, el físico es un enlace fiable y auténtico que está siempre disponible.  La forma más sencilla es PREGUNTAR y, justamente, como es simple nadie la usa (como pasa con la respiración).  Al principio, obviamente te va a costar porque no estás acostumbrado pero si llevas adelante el proceso, te darás cuenta de que la respuesta es casi instantánea.  “¿Qué estás tratando de informarme, qué necesitas que sepa, para qué sucede esto?” son buenas preguntas.

 

  • Si te resulta difícil, puedes comenzar leyendo algún libro relacionado con el tema, como “Usted puede sanar su vida” de Louise Hay o “La enfermedad como camino” de Dethlefsen y Dahlke o Descodificación Biológica o lo que te sea afín. También, puedes acudir a un Terapeuta que esté formado en este terreno.  A medida que vas probando, irás encontrando tu propio camino, tus señales personales, porque tu cuerpo es tu historia condensada y utilizable para que la interpretes y la sanes.

 

  • Escuchada la respuesta, puedes DIALOGAR con esa parte, saber más, agradecerle, comprometerte a un cambio. A medida que vas avanzando y tu cuerpo entiende que van trabajando juntos, el alivio suele ser rápido.  “Ya comprendí el mensaje, no es necesario que sigas adelante con el síntoma, me voy a encargar ahora” es suficiente para que el cuerpo utilice sus magníficos recursos y solucione el problema.  Es claro que si llevas años castigándolo y negándolo y la enfermedad está muy enquistada, no tendrás sanación completa pero puedes detener el proceso y mejorarlo.

 

  • Verás que una pregunta te puede llevar a otra y a otra, hasta alcanzar el origen de ese síntoma, de esa enfermedad, de esa actitud. No es necesario que siempre sea así, no se trata de hacer arqueología y quedarte embelesado en los restos (como suele suceder con muchos sistemas) sino de soltar capas y capas de condicionamientos y repeticiones.

 

  • Recuerda que, cuando la mente engancha un nuevo hueso, le gusta roerlo sin cesar, victimizándose sufridamente, para evitar el miedo que está debajo. No sirve hacer eso porque no estamos para perder tiempo en estas épocas.  El Ser quiere liberarse y conectarse hacia más evolución y plenitud.  Haz el duelo pero no dramatices, sigue adelante, limpiando y haciendo espacio.

 

  • Una vez que comprendes el mensaje, HAZ ALGO AL RESPECTO. Tu Ser no se conformará con que “comprendas”.  Tendemos a llenarnos de información y creer que con eso es suficiente.    El conocimiento no lleva a la acción, tenemos que motivarnos, hacer los cambios que son necesarios, ser constantes.  Una vez resuelta la instancia, se acaban los mensajes, ya no son útiles y recuperas tu bienestar  (o te mejoras).

 

  • Debido a que estamos en una transformación inédita, en una mutación de Luz, tu cuerpo está más receptivo a este diálogo y, no solo eso, colabora activamente en su resolución. Cuanto más hablen y trabajen juntos, podrás cambiar tu alimentación, tus actividades, tus actitudes, tus metas, dejándote llevar por sus mensajes.  En el fondo, son mensajes de tu Ser y Él desea la conexión completa a ti y a Todo Lo Que Es.  Sana tu cuerpo y sanarás todo porque todo está en él.  Sé consciente, perseverante, confía, entrégate, agradece, sé tú mismo.

 
 

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