La escritura como herramienta de autoconocimiento y transformación.

Descubriendo mi voz (y mi mente).

Hace mucho tiempo que escribo.  Siempre, me ha resultado más fácil comunicarme  escribiendo que hablando.  Se cree que todos tenemos un fácil acceso a expresarnos, pero no es así.  Hay muy pocos que pueden expresar sus emociones y unos cuantos sus ideas, pero es algo bastante raro, a pesar del énfasis que se pone en ello.

Comencé de adolescente y escribí mucho cuando hacía cursos, talleres o iba a terapia.  Era una forma de “bajar” lo que me pasaba o sentía.  En 2007, me propuse hacerlo a diario y comencé un blog.  Me encantaba escribir sobre cualquier cosa que se me ocurría y eso me fue dando un estilo, me permitió encontrar mi manera.

Tengo una forma de pensar y expresarme Individual y creativa (según Diseño Humano), que se va gestando lentamente, a lo largo de los años.  Requiere observación, apertura, información (¡a toneladas!), aceptación de los distintos paradigmas, experiencias y experimentación, una síntesis propia, hallar la originalidad, etc.

Bueno, regular o malo, esto es lo que fui germinando.  Muchas personas me han dicho que les ha ayudado, y eso me ha hecho feliz, porque la razón de hacerlo no ha sido solo encontrar/me sino también inspirar y potenciar a otros.

De la mente al papel: un camino de liberación.

Vivimos en un mundo mental. No en el buen sentido…  Existimos en la cabeza, mientras el cuerpo es la máquina que debe hacer.  Cada vez le exigimos más, lo empastillamos, lo anestesiamos, a fin de que cumpla la función que le asignamos (erróneamente), mientras glorificamos la mente.

Resulta que esa famosa mente es la del ego, o sea pobre, limitada, insegura, reactiva, incierta y demás primores.  La defendemos a capa y espada, sin darnos cuenta de que es nuestro peor verdugo.  ¡Vaya paradoja!

Y, para colmo, está totalmente colonizada.  Ni siquiera es nuestra.  Es una creación de la familia, la sociedad, la cultura, los traumas, la forma en que reaccionamos a situaciones y personas, etc.   Nada más que una colección de personajes internos, que toman el micrófono y dicen su parlamento y a eso le llamamos YO.

Hablar y, sobre todo, escribir nos permite observarlos.   Darnos cuenta de cómo somos y funcionamos.  Conocernos, aceptarnos y desapegarnos.  Crear otras hipótesis y soluciones.  ELEGIR.

Despertando a través de la palabra.

En una época, aconsejaba escribir una Autobiografía Positiva (para ver cómo hacerla y obtener otros recursos, baja este Curso gratis).  Era una manera de revisar los conceptos bajo los cuales vivimos, que es básicamente un cuento que nos contamos. 

Al rehacer el cuento y darle otro curso, nos permitimos refundarnos y vivir según nuestros parámetros y no los del sistema.  Nos permite individuarnos.  ¿Por qué tan pocos lo hacen?

Porque parece más fácil seguir los lineamientos, porque estamos tan “ocupados” que no podemos pensar/nos, porque solo los raros y los creativos lo hacen, porque no tiene sentido si nada cambiará.

Tu Luz.

Y es cierto.  Todo.  El único cambio estará en ti.  Aprenderás a encender tu Luz.  Y comprenderás que es preciosa y original.  Y la cuidarás.  No te engañarás con que es poca (el ego) o monumental (el ego espiritualizado).

Será tu pequeña vela, que ilumina tu entorno y atrae a otras velitas, y que pueden ayudar a encender otras.  Sencillo, conectado, tu propia Luz.

Haz tu Carta de Diseño Humano: www.abrazarlavida.com.ar/diseno-humano

Comparte:

2 comentarios

  1. Me ha encantado. Soy escritora desde los 8 años. Para mi escribir es mi medicina. Es terapia, es aliento, es desahogo pero sobre todo es liberador.
    A medida que aterrizo el aire mental y la densidad emocional sobre el papel me voy conociendo.
    No entiendo una vida sin escribir y no me imagino como sería.
    Son años que recibo tus “newsletters” y me detengo en muchos de ellos a recibir lo que tienes que compartir.
    Aunque nunca he resonado demasiado con mi Diseño Humano, no ha impedido que sea una lectora de tu blog y así seguirá siendo.

    Muchas gracias por compartir.

    1. Es así, Cristina, es una medicina! Me alegra que resonemos con los escritos, ya que salen del alma.
      En cuanto a Diseño Humano, vuelve a leer la Carta. Un diseño tan potente como el tuyo es difícil que no te reverbere, salvo que los condicionamientos mentales y emocionales te lo impidan. Si necesitas ayuda, aquí estoy.
      Te mando un luminoso abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

captcha

Sobre Diseño Humano

No te pierdas ninguno.

Suscríbete al boletín semanal

Recibe un email semanal con consejos, reflexiones y recursos, directamente en tu casilla de correo.

Categorías

Sígueme