
Terminamos de concordar lo que un paciente le diría a su madre por un tema que le molesta y, me dice, compungido: “¿Y me puedes decir qué hago con la culpa?”.

“¡Hazlo con culpa!”, le respondí. No desaparecerá de un momento a otro; es un mecanismo de control usado desde tiempos inmemoriales, por lo que la peor actitud es dejar de afrontar algo porque la sentimos.

Es como el temor: “Lo haré cuando deje de tener miedo”. No, lo seguirás experimentando hasta que te des cuenta de que puedes con él y con lo que deseas.

Hazlo con culpa, con miedo, con vergüenza, con errores, pero ¡hazlo! Lo importante es ese primer paso y los que le van a seguir. Lo irás corrigiendo con el tiempo y haciéndolo mejor, lo irás sintiendo con menos incomodidad, te irás fortaleciendo y encontrando tu manera. Comienza.