La importancia del duelo.

Para crear lo nuevo, lo propio.

En estos tiempos de transición, todo está mutando y mucho termina yéndose.  También, las expectativas.  La mayoría se queda esperando que las cosas cambien y se adecúen a sus ilusiones, sin darse cuenta de que nunca serán.  Ese proceso de duelo es doloroso, pero imprescindible. 

Cuando nos referimos al duelo, tendemos a pensar solo en personas, pero es más amplio.  Cualquier pérdida requiere de esa fase que nos habilite a seguir.  Para eso sirve: nos permite despedirnos y continuar.   Si se trata de un ser querido, el verdadero duelo comienza cuando aceptamos que ya no estará. 

Otras etapas (como la negación, la ira, la negociación y la depresión) funcionan como maneras de ir llegando a la aceptación final de que ya sucedió y que deberemos avanzar sin él.  O con él, pero adentro, como parte de nosotros; ahora, nos pertenecen sus experiencias, sus enseñanzas, sus sentimientos, sus recuerdos.

¿Qué duelamos?

Encuentro que todos estamos atravesando duelos en estos momentos.  Y nos resistimos con ganas.  Los más grandes tienen relación, como comenté al principio, con expectativas.  Sueños, idealizaciones, planes, creencias, viejas partes de uno, grandes aspiraciones, pequeñas pretensiones, todo está cayendo en el vacío.

Le tememos al vacío.  Por eso, hacemos esos propósitos, para llenarnos.  Y estamos tan llenos de designios que no nos pertenecen verdaderamente que no podemos avanzar.  Nos quedamos esperando ese tren tan ansiado en la estación, derrotados pero de pie, detenidos en la nada misma, fieles a la paradoja…

Duelar nos permite caer, ser sustentados por la Tierra en lugar de sostener burbujas de aire mentales, reconocer lo que no es ni será porque nunca fue, porque generalmente eran deseos del ego, de la sociedad, de los traumas, de la baja autoestima, de no conocernos.

¿Cómo y para qué hacerlo?

Llorar, patalear, enojarnos, gritar, tirar cosas, escribir, cualquier actitud que nos libere de emociones, pensamientos y situaciones viejos sirve.  No debemos avergonzarnos ni temer esas expresiones.  Es peor victimizarnos eternamente.  Estar muertos por dentro.  Ser otros para encajar.  Hacer cualquier cosa para no conectar. 

Ese primer paso es necesario.  Luego, viene la verdad.  Puede ser que hayamos perdido sueños, cosas reales, relaciones, lo que sea, pero partir de lo que ES nos habilita para ser creativos, libres, potentes, amorosos.

Al despedir conscientemente, al renunciar a ser víctimas de la vida, nos permitimos ser nosotros mismos, descubrir nuestros dones y potenciales, crear la existencia que apoye nuestro aporte original, compartir con iguales, comprender que todo tiene un ciclo, dejarnos llevar por el Ser que conoce el camino, movernos en la Luz.

Para conectar con tu diseño original, haz tu Carta de Diseño Humano.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

captcha

Sobre Diseño Humano

No te pierdas ninguno.

Suscríbete al boletín semanal

Recibe un email semanal con consejos, reflexiones y recursos, directamente en tu casilla de correo.

Categorías

Sígueme