¿Estás harto, aburrido, enojado de pasar siempre por lo mismo? Es hora de cambiar.

 
Desde hace un tiempo, percibo estas emociones (en general, todas juntas) en muchos de nosotros.  Puede ser debido a elecciones que no tomamos, a actitudes que no superamos, a relaciones que no terminamos, a trabajos que no cambiamos, a distintas situaciones que se mantienen y nos generan fastidio y confusión.
 
Están en una escalada que las hace cada vez más insoportables, pero ya sabemos que los humanos podemos aguantar cualquier cosa casi eternamente… hasta ahora.  Como estamos en una transformación inédita (del ego al Ser), en una energía poderosísima (simple y dinámica), estos asuntos (que nos tomábamos vidas enteras para dilucidar) están siendo empujados a su resolución aquí y ahora.
 
Se acaba el karma.  La mayoría de nuestros vínculos son karmáticos y necesitan un cierre.  Eso no quiere decir que vamos a terminar con todas nuestras relaciones sino que debemos comprender el motivo por el cual nos reunimos y solventarlo, lo cual significa elaborarlo, perdonar, liberar y establecer una nueva conexión, si es posible.  Si no, los soltaremos para que cada uno pueda encontrar su familia del alma.
 
Se nos están juntando asuntos del ego que venimos escondiendo debajo de la alfombra para no ver o que quisimos solucionar con vendas y parches.  Ya no es posible.  Es necesario limpiar e ir al fondo, poner luz en la oscuridad y darnos cuenta de que lo que más tememos es también nuestra liberación.  No seremos libres a menos que enfrentemos nuestros miedos y destrabemos el potencial que portamos.  La sociedad nos ha condicionado con sus patrones y está a la vista el resultado.  Nuestra propia labor interna y externa los cambiará uno a uno.
 
Parece una tarea monumental y no nos creemos preparados para afrontarla.  Con esa excusa queremos permanecer en el mismo status quo o nos decimos que estamos tratando pero no podemos.  Es un proceso: cada día tiene su afán.  Si vivimos en el presente, podremos percibir los desafíos que se presentan y hacer lo necesario en ese momento.  Exigirnos perfección y conductas titánicas no tiene sentido; el agua orada la roca con paciencia y perseverancia.  Tampoco nos va a llevar tanto tiempo, ya que la Energía nos sustenta y acompaña para que la transición sea sencilla y resuelta.
 

 
Gran parte de esta evolución tiene por finalidad dejar de vivir en la mente del ego, en su tiempo lineal (pasado/presente/futuro) y en su dualidad (bueno/malo).  Debemos entender que la mente debe ser un reflexivo testigo neutral de la realidad y descargarla de la toma de decisiones.  Por otro lado, estamos en una mutación del Plexo Solar, que implica un trabajo sobre las emociones, que nos conducirá a una nueva conciencia espiritual.
 
Esta presión y urgencia que sentimos por cambiar nos puede llevar a dañarnos a nosotros mismos, a despreciarnos y humillarnos por no conseguirlo, a deprimirnos por creernos indignos.  Por favor, no hagamos eso.  Seamos compasivos y amables porque se trata de algo difícil.  Afrontemos los desafíos pero con paciencia y constancia.  Solíamos hacerlo a través del sufrimiento y la lucha, ahora tenemos disponible una conciencia que se está desarrollando cada vez más para ayudarnos a superar esta instancia con suavidad y fluidez.
 
Si estás harto y aburrido, es un signo de los tiempos.  Quiere decir que ya no funciona lo que venías siendo y haciendo.  No es que debas crear algo de la nada o ser otro.  Por el contrario, se trata de que descubras lo que verdaderamente te conecta con tu Ser y seas tú mismo.  Eres tu propio Maestro.  Hazte caso.  Aquí estoy para acompañarte.