El Camino Lento

Aunque nos resistamos, seremos forzados a no quemar etapas y llegar enriquecidos.

 

En una sociedad que privilegia la velocidad y el picoteo (todo es instantáneo y prescindible), nos resistimos a todo aquello que implique profundidad, constancia, consciencia, aceptación, paciencia, pasar de una etapa a la otra, comprender el proceso.  Es la imagen del caracol.

 

En su propia casa, interiorizándose cuando es necesario, paso a paso, va haciendo su camino y logrando sus metas.  La paradoja es que, cuando queremos quemar etapas y pasar rápidamente al final, nos encontramos con todos los obstáculos juntos.  El ego tiene tiempos que al Alma no le interesan.  Podremos querer correr para conseguir algo pero, si no hay un aprendizaje involucrado, si no es el camino del Ser, seremos detenidos hasta que lo hagamos.

 

caracol subiendo

 

Entonces, ¿no sería mejor el camino del caracol, desoír las quejas y urgencias del ego y saborear cada paso, aprender conscientemente, llegar enriquecidos y serenos?  De cualquier forma, nos veremos forzados a hacerlo…

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