Para quienes están en la playa ahora de vacaciones y para quienes estamos en la ciudad, imaginando el mar: inhala, sintiendo que una ola va subiendo lentamente por tus pies, tus piernas, tu tronco, tus brazos, tu cabeza, recorriendo profundamente tu cuerpo, tu mente, tus emociones, ocupando cada célula, cada espacio. Cuando exhalas, el agua se retira llevándose toda clase de toxinas. Inhalas y exhalas, sintiéndote cada vez más purificado y sanado.
Cuando estés plenamente limpio, continúa inspirando y expirando el poder, la fluidez, la pureza, el amor del agua, que se comunica con el agua de tu cuerpo, cálida y serenamente.